Translate

miércoles, 9 de abril de 2014

Reflexión vital

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid


Nos pasamos la vida retrocediendo nuestra mirada al pasado o pensando en el futuro que nos aguarda. Es un gran error de nuestra sociedad, pues apenas nos dedicamos a lo que realmente importa, el presente, el momento que estamos viviendo ahora, porque ciertamente es lo único que hay, es lo único que tenemos. Prestar demasiada atención al pasado y al futuro, nos aleja de vivir el hoy.


Gastamos demasiadas energías en acumular recuerdos de un pasado que no va a volver, y en pensar en la consecución de tantas metas futuras, que nos olvidamos de vivir este momento. La ansiedad o la inquietud que nos produce el futuro, la pena o los resentimientos que almacenamos de nuestro pasado, son facetas que nos impiden ser libres, somos prisioneros de un tiempo que ya se ha ido o que todavía no nos pertenece. Centrarnos en lo que estamos haciendo ahora, aceptar lo que somos ahora, poniendo toda nuestra atención en ello,  sin pensar en el fruto que puede dar mañana, nos hará sentirnos más satisfechos con nosotros mismos, y por tanto también con los demás, evitando crispaciones y enfrentamientos que crean tanta negatividad y pérdida de energía que bloquean nuestra vida.

Saber utilizar nuestra fuerza interior es un ejercicio esencial de conocimientos y sensaciones que nos devuelven al presente, acudiendo solamente al pasado o al futuro por simples motivos prácticos de nuestra vida. La nuestra es una sociedad infeliz, en la cual los verbos poseer o desear nos definen muy bien. También las palabras fracaso o triunfo son parte de ella. Mientras estemos sumidos en estos pensamientos estaremos toda la vida esperando para empezar a vivir. Puedes lograr unas metas mejores o peores, pero viviendo intensamente el ahora, podrás decir que has vivido.





Vivir el ahora en armonía con nuestro planeta y protegiendo el medio ambiente.
Ebelgarle