Translate

martes, 29 de marzo de 2016

Personas tóxicas

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Almazán

¿Es posible que ni el tiempo, ni las desgracias, ni los errores ni reveses que nos da la vida hagan mejor a las personas, si no que al contrario, las hace todavía peores? Claro, estoy hablando de las personas tóxicas: aquellas que intentan que veas lo peor de la vida, aquellas que disfrutan con el mal y con las desgracias ajenas, las que critican y hablan mal de los demás constantemente y sin motivo, las que se alegran viéndote sufrir, las que lanzan calumnias sin fundamento, las personas falsas, egoistas y manipuladoras, las que hacen de la mentira su forma de vida, las que quieren destruirte por pura envidia, las buscadoras de codicia, las que quieren que caigas a toda costa, las que odian la verdad y la justicia, las que no reconocen la bondad, los valores y los méritos de los demás, aquellas que no soportan tus triunfos y tus desvelos, aquellas que no agradecen ni reconocen nada, aquellas personas soberbias y materialistas que sólo piensan en sí mismas, aquellas que sólo tratan de arrastrarte a su inframundo, aquellas que persiguen tu ruina, las que se alegran de tu dolor sin compasión, las que no hacen nada y encima se quejan de todo, las que confunden y falsean,...

En fin, mal vamos si alguna de estas personas está a tu alrededor. Su influencia nefasta puede reducirte a cenizas, a menos que sepas mantener la calma y no dejar que contaminen tu mente y tu alma con sus sucios enredos.

Terminaré diciendo que las injusticias se pagan, el dolor se supera, el coraje te levanta, los errores te enseñan y sobre todo, que la verdad y la justicia siempre prevalecen.

martes, 8 de marzo de 2016

Cantorales

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid


Entrar en una sala en la que la oscuridad lo inundaba todo, y descubrir tras una puerta abierta al pasado algunos ejemplares bibliográficos conservados durante siglos me hizo sentir la necesidad de plasmar ese instante en uno de mis cuadros, empezando por un boceto a lapicero.

Intentar trasmitir la magia del momento, preservando el color y la luz que presumo podría existir en esos monasterios, ha sido el motivo que me ha impulsado a pintar esta obra, en consideración a tantos hombres de fe que a través de los siglos los han escrito, iluminado y  conservado para que llegaran hasta nuestros días.

La sola penumbra del lugar ya hacía rememorar tiempos pasados, y escoger alguno de esos viejos volúmenes para pintarlos ha supuesto un sensorial placer en su estudio y ejecución.  He querido que fuera algo diferente a lo que suelo pintar tanto en la forma, como en el soporte, como en la técnica, tratando de captar  una cierta decadencia visual del paso del tiempo.

Es una obra pintada al óleo sobre madera, en la que los colores marrones imperan por necesidad. Algunas licencias me he tomado respecto a su enclave original que confieren identidad a mi forma particular de pintar.



Cantorales
Óleo sobre tabla
2016


Boceto estudio preliminar a grafito

viernes, 4 de marzo de 2016

El retrato de Ingres en el Prado

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid


Después de visitar la exposición de Ingres en el Museo del Prado, una sensación de serenidad y equilibrio se manifiesta en mi camino de vuelta a casa. Satisfacción por haber compartido unos momentos de entusiasmo contemplando la obra de este asombroso pintor francés, para el que la búsqueda de la belleza ideal se había convertido en el principal motor de su pintura.

Ingres fue ante todo un gran retratista, aunque muy a pesar suyo, pues el retrato era una disciplina que a él no le gustaba. Sin embargo, sus retratos son referentes de la Historia del Arte, en los que la perfección y el cuidado exquisito de líneas nos hacen emocionar al contemplarlos.

Observar con detenimiento el poder contundente de los retratos de El señor Bertin, La señora Moitessier o el de La condesa d'Haussonville te hace ver hasta qué punto Ingres buscaba la excelencia absoluta. Además, su pintura compagina al mismo tiempo la elegancia y belleza de los modelos clásicos junto a un afán de modernidad. . 

Me detengo especialmente en sus dibujos, una clase magistral de líneas puras a grafito, en las que se puede apreciar la grandeza artística y la potencia expresiva de este pintor.

Gracias al Museo del Prado por esta magnifica exposición que nos permite contemplar reunidas en Madrid todas las mejores pinturas de Ingres.




Madeleine Ingres con un tocado de flores
París, Musée du Louvre