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lunes, 20 de febrero de 2012

Amy Winehouse & Whitney Houston. In Memoriam

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Estamos más que acostumbrados a convivir con las noticias funestas que nos recuerdan constantemente los estragos que las drogas están ocasionando en nuestra sociedad. Estragos que se magnifican con las crisis de ansiedad, depresión, falta de valores y fragilidad ante una sociedad agresiva que nos impone unas pautas de conducta que a veces son imposibles de sobrellevar. Así, surgen esos períodos tan temidos en las vidas de un sinfín de personas, publicas y privadas, famosas y anónimas, que hacen que se tome un camino tan equivocado como fatal, conduciendoles inevitablemente a una destrucción total física y mental, reduciéndolos a meros títeres cuyos hilos son movidos por la furia hambrienta y caprichosa de un destino que ellos mismos se han forjado, empujados por una constante búsqueda de algo que nunca llega a materializarse, una verdad que queda fuera de su alcance e impide alcanzar el tan ansiado equilibrio físico y emocional que les ayude a salir adelante, una verdad que se convierte en utopía.

La debilidad  y un entorno agresivo y al mismo tiempo adulador, hace que sus vidas caigan en una espiral brutal que sólo es llevadera de la mano fácil y tentadora de la droga en todas sus sofisticadas variantes. Y el mejor caldo de cultivo para alargar sus tentáculos está en las grandes celebridades internacionales, sobre todo del mundo de la música.

Hace unos meses fue Amy Winhouse, hace unos días fue Whitney Houston. Dos auténticos monstruos de la música, dos mágicas voces irrepetibles, inigualables e inimitables, dos auténticas diosas de la canción, confeccionadoras de sueños, que hacían que su voz sonase como una melodía sublime, voz que conseguía provocar en nuestros sentidos un certero estremecimiento de emociones diversas que nos hacían apreciar y valorar mucho mas los buenos momentos que hay en la vida.

Es paradójico que sean precisamente estas mujeres con sus maravillosas voces, las que nos hagan apreciar lo que en realidad vale la pena, y que, al mismo tiempo,sean ellas mismas las víctimas de sus propias vidas.  En estas líneas me gustaría rendir un profundo tributo a ELLAS, tanto en su nivel profesional como en el personal. En el primero lo alcanzaron todo, en el segundo lo perdieron todo. Para entenderlas perfectamente hay que unir ambas facetas, no se puede desligar la una de la otra. Su vida en el escenario suele ser un fiel reflejo de sus desengaños y desgracias en su vida personal, aunque traten de camuflarlo con todo el esplendor de luz y belleza que ellas poseen.

Que se puede decir de Amy, una voz poderosa con registros de contralto, una voz que era capaz de expresar un abanico de emociones desde el mismo momento en que aparecía en un escenario, un talento arrebatador que dominaba todo a su paso, dejando en la cima más alta  géneros musicales que abarcaban  desde el soul, jazz, rock y R&B. Una imagen realmente atrayente, a la que su peinado beehive le dio ese toque de personalidad cautivadora, un icono inspirador de la moda más actual y atrevida, dotada de una identidad arrolladora, que ganó todos los premios posibles,y que fue reconocida como la gran promesa de una música que estaba falta de imaginación y frescura. Su talento musical era excepcional. Pero su problemática vida personal la condujo a un callejón sin salida. Muchas veces me he preguntado si no había nadie lo suficientemente fuerte a su lado que hubiese podido darle  ayuda en esos momentos tan críticos de su vida...pero no fue así, nadie supo ayudarla a tiempo, o quizá nadie supo entenderla y darle la ayuda que ella realmente anhelaba. Tu "Back to Black" sera eterno.

Para hablar de Whitney  "The voice" hay que quitarse el sombrero, descubrirse ante este gran portento de la música y la interpretación. Una voz pura, fresca, excepcional, con registros de soprano, impactante en todos sus niveles, convirtiendo el soul y  R&B en auténticas obras de arte, la cantante más galardonada de todos los tiempos, la que mayor número de discos ha vendido en el mundo, la que al salir a escena iluminaba todo a su alrededor, irradiando con un fuerte magnetismo un compendio completo de emociones difíciles de explicar. Su voz era mágica, portentosa. La historia de esa niña de 11 años con una voz angelical cantando en el coro gospel de la iglesia de su barrio se truncó a la edad de 48 años. Su turbulenta vida, marcada por una boda inadecuada, sus constantes coqueteos y recaídas con las drogas y el alcohol, hicieron que su voz se apagara para siempre un 11 de febrero. Su estrella brillará siempre entre nosotros, y su música seguirá deleitando nuestras vidas. Y como la letra de esa magnífica canción "One moment in time" cuando decías "...I will be, I will be free", ahora eres libre, ahora puedes volar libre hacía el cielo, Whitney Elizabeth Houston.



Margaritas Ebelgarle
"En vuestro honor"










sábado, 18 de febrero de 2012

La fantasía de Giovanni Domenico Tiepolo

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Se está exhibiendo estos días en Madrid una interesante exposición en la Fundación Juan March, que ofrece una selecta muestra de formato reducido de diez obras del magnífico pintor y grabador veneciano Giovanni Domenico Tiepolo. Me refiero a la exposición "Giandomenico Tiepolo (1727-1804). Diez retratos de fantasía".

Giandomenico fue hijo del genial Giambattista Tiepolo, y hermano del también pintor Lorenzo Tiepolo, los cuales formaban un gran saga de pintores venecianos en el siglo XVIII. Mientras que Giambattista es considerado como el último gran representante del barroco italiano, Giandomenico fue un pintor del rococó, aunque al final de su vida se observa una tímida transición a las nuevas tendencias neoclásicas.

Las diez obras que podemos contemplar en esta muestra, todas ellas de un mismo tamaño (50 x 60), parecen formar parte de una misma serie, y representan los retratos de medio cuerpo de dos hombres y ocho mujeres, todos ellos recreados en un estilo propio de representar ciertos atributos o cualidades, más que de retratos propiamente dichos de personas concretas.

Es de señalar que  la época de ejecución de estas pinturas correspondería a la estancia del pintor en la corte española de Carlos III, a la cual se trasladó junto a su padre y hermano, para llevar a cabo los impresionantes trabajos de decoración de los techos de los salones del Palacio Real de Madrid. En este sentido, destacar el monumental fresco de la bóveda del Salón del Trono que representa "La grandeza y el poder de la Monarquía Española". Giandomenico estuvo en España de 1762 hasta 1770, fecha del fallecimiento de su padre, tras lo cual regresó a Venecia.

A pesar de ser una exposición reducida, lo inédito de ella consiste precisamente en el hecho de ser la primera vez que se muestran al público estas pinturas, siendo obras poco conocidas procedentes de una colección privada. Destacar que los dos personajes masculinos de la muestra nos ofrecen una imagen de sabiduría y madurez, con cierto aire oriental,  propia de  hombres prudentes y doctos, mientras que los ocho personajes femeninos nos deleitan con una inocente y sensual dulzura tratando de simbolizar el ideal de la belleza femenina. Es un tipo de pintura que hace recordar en cierta manera al estilo retratístico de Rembrandt. Es una excelente ocasión para contemplar estos enigmáticos trabajos de un pintor que hizo de la imagen su auténtica pasión.





En otoño

miércoles, 8 de febrero de 2012

El sueño se hizo realidad en Cádiz: la Constitución de 1812

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

El 19 de marzo de este año se cumplirá el bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812, conocida popularmente como la Pepa, ya que fue promulgada el día de San José. Fue la primera Carta Magna Liberal de Europa. Constituye un símbolo de libertad que ha perdurado hasta la actualidad,  siendo un ejemplo de admiración, modelo a imitar por parte de Europa y América. Fue el primer paso para conseguir el reconocimiento de los derechos políticos de los ciudadanos y de la soberanía nacional, garantizando la instauración de un nuevo orden político y social en España.

Y este texto constitucional no pudo proclamarse en otro lugar mejor, que en una ciudad tan idónea y cargada de historia y cultura como es Cádiz, en la que confluyeron las circunstancias políticas, sociales y económicas necesarias para ello. Una ciudad moderna, con unas ideas liberales, fruto del contacto de siglos con todo lo que venía de fuera, con el mar inmenso como trasfondo, un mar que era el principio y fin de todo lo que acontecía en ella, un mar que más que separar, unía. Cádiz, considerada la ciudad más antigua de Europa, con más de 3.000 años de antigüedad, era una ciudad abierta, centro del comercio ultramarino y europeo, de estratégica situación, fruto del buen hacer de numerosas civilizaciones que dejaron su impronta en su devenir histórico. Ciudad acrisolada de culturas, acostumbrada a asimilar todo lo que a ella llegaba, dio refugio a todos los habitantes que huían de los territorios ocupados por los ejércitos napoleónicos en los convulsos años de la Guerra de la Independencia, y como no, sede del Consejo de Regencia que convocaría Las Cortes Generales, constituyentes, en 1810, con el juramento de los diputados representantes de todos los territorios de las Españas, peninsulares, americanos y asiáticos de defender la integridad de la nación española.

Cádiz era en esos momentos el centro neurálgico de la intensa actividad de la vida política española, seguida en los numerosos periódicos que se publicaban en la ciudad gracias a la libertad de prensa, como "El Conciso", "El Redactor General" o "El Diario Mercantil". Los diputados, pertenecientes a diversos sectores de la sociedad, y desde puntos ideológicos y políticos diferentes, darían forma a través de acalorados debates y discusiones a todo el proceso constituyente. 

La Constitución liberal de 1812, símbolo de libertad, estaba orientada a consolidar los derechos de los ciudadanos y restringir el poder del Estado. Estableció dos principios claves: la soberanía nacional, que  reside en la Nación, y la separación de poderes. Implantó un sistema de representación nacional, unicameral, para salvaguardar al ciudadano frente al poder absolutista. Fue un texto racionalista, inspirado en la tradición, en cuyo artículo 1º se define a la Nación española como el conjunto de todos los españoles de ambos hemisferios. Entre los derechos y libertades destacaría la libertad de prensa y de imprenta y la libertad de expresión,  pensamiento y opinión, y los derechos a la libertad personal y a la integridad física. Fue, en definitiva, una constitución innovadora y reformadora, también algo radical, y si bien su vigencia fue reducida, se convirtió en símbolo del constitucionalismo español.

Aunque seguro que los fastos de la conmemoración serán más austeros, debido a la crisis, la ciudad de Cádiz se vestirá con sus mejores galas para celebrar este acontecimiento trascendental de la democracia y el constitucionalismo. A pesar del asedio francés, que duró más de dos años, el Cádiz de aquellos años se mostraba alegre, con todas sus plazas y calles atestadas de gente de todo tipo, las asambleas diarias de los diputados, las tertulias en los cafés, las reuniones sociales, las representaciones teatrales, el carnaval, el cante y el baile en las tabernas,... eran constantes en una ciudad sometida diariamente al bombardeo implacable de la artillería francesa. Ningún francés puso jamás un pie en Cádiz, hasta que el 24 de agosto de 1812 los franceses levantaron el sitio y se retiraron. Finalmente, en junio del 1813, los ejércitos imperiales de Napoleón fueron derrotados y expulsados de España. Sería la primera gran derrota de Napoleón.

Terminaré recordando una de las muchas coplillas que se cantaban en las calles de Cádiz por aquél entonces: "Con las bombas que tiran los fanfarrones, se hacen las gaditanas tirabuzones".




En azul