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martes, 27 de diciembre de 2011

La arquitectura en el arte

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

La oferta cultural en Madrid siempre es formidable, y en lo que se refiere a grandes exposiciones tenemos la oportunidad de apreciar en estos día el arte de importantes pintores universales. En este caso me referiré a la de "Arquitecturas Pintadas, del Renacimiento al siglo XVIII", exposición que está organizada en dos partes. La primera tiene lugar en el Museo Thyssen-Bornemisza, que abarca las pinturas desde el Renacimiento hasta el siglo XVII, y la segunda en la Fundación Caja Madrid que contempla las obras del siglo XVIII.

Expondré en este momento las obras del siglo XVIII de la Fundación Caja Madrid. Siempre he sido un admirador de las pinturas temáticas de representaciones arquitectónicas, composiciones de todas las épocas que nos delatan el valor histórico y social del momento representado en cada cuadro. La Sala de Exposiciones de Fundación Caja Madrid, conocida como Casa de las Alhajas, es perfecta para exhibir una colección de esta índole, dándole el realce que exige una muestra como esta. Entrando en la sala de la planta baja, todas las miradas se dirigen al fondo, donde en el centro destaca el magnifico trabajo de Canaletto  "La Plaza de San Marco de Venecia", una vista realmente sorprendente de esta plaza, donde el colorido y la minuciosidad de sus detalles nos trasladan a la Venecia del siglo XVIII.

Esta planta baja, así como la planta primera, están dedicadas a las ciudades y arquitecturas europeas, presentadas como "Las ciudades del Grand Tour". Es un conjunto de vistas de ciudades europeas, sobre todo italianas, donde se puede apreciar la moda de la época por las pinturas que representaban sus monumentos más representativos. Destacar las vistas de Venecia, Roma, Florencia y Nápoles, siendo Gaspar van Wittel un iniciador en este tipo de pintura, entre cuyas obras  sobresale la "Piazza Navona".  Muy interesantes son las representaciones del Madrid dieciochesco, destacaría "Vista de la calle de Alcalá en Madrid", de Antonio Joli.También vistas de ciudades como Madrid, París, Viena y Londres.

Pero si hay un artista por el que siento profunda pasión, ese es Bernardo Bellotto. Cualquiera de sus obras que podemos contemplar en esta exposición son sencillamente maravillosas. El colorido, la luz, la temática arquitectónica escogida, la fuerza de sus pinceladas,... están llenas de una magia que te envuelve suavemente y hace de su contemplación un auténtico placer para los sentidos. La fuerza del color en sus obras es prácticamente inmejorable. Obras como "La Piazza della Signoria en Florencia", "Santa María d'Aracoeli y el Capitolio en Roma", "Capricho con puente" o "Capricho romano con el Coliseo" son fiel testimonio de su buen hacer en el arte pictórico.

Buena representación también de los pintores Giovanni Paolo Panini, Hubert Robert, Francesco Guardi, Michele Marieschi, Piranesi, Marco Ricci. Se pueden contemplar asimismo obras de una de las grandes pasiones de los eruditos de esa época, como fue la arqueología. De ahí, uno de los temas de la exposición: La Poética de las Ruinas y La Ruina y la Memoria. Ruinas que asemejan grandes decorados clásicos en los que el mundo antiguo cobra especial protagonismo con unos efectos impactantes a los ojos de los visitantes.

Exposición que no hay que perderse, para percibir el sentimiento de unos artistas que en su momento fueron referentes de la cultura europea, y hoy en día son maestros universales.



Paseo de La Ronda. Almazán
Ebelgarle
Óleo sobre lienzo
1982

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El arte de los zares de Rusia llega a Madrid

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

No tengo palabras para describir la magnífica exposición El Hermitage en el Prado, una exposición única y extraordinaria en todos los sentidos, siendo la primera vez que se pueden contemplar fuera de Rusia tan importantes y numerosas obras de este prestigioso museo de San Petersburgo, considerado uno de los mejores del mundo, tanto en cantidad como en calidad. Y gracias al Prado tenemos la oportunidad de pasear por unas salas cargadas de historia del arte, que abarca desde el siglo IV a. C. hasta el siglo XX, admirando pinturas, dibujos, esculturas, orfebrería, artes decorativas, trajes de corte...

Siempre he dicho que la cultura es la única que puede salvar a Europa. Y en esta ocasión podemos ver en el Prado todo una realización de cultura colosal que sólo el arte puede alcanzar, materializándose  en una satisfacción visual que arrebata nuestros sentidos.

La colección está perfectamente estructurada en varios espacios con un montaje excelente, comenzando la exposición con un espléndido despliegue retratístico en fondo amarillo de los zares Pedro I el Grande, su nieta política Catalina la Grande y el nieto de ésta Nicolás I, de cuyas colecciones provienen la mayoría de los fondos del Hermitage. Siguiendo con una magnífica colección de vistas de San Petersburgo del pintor Benjamín Patersson, donde se nos muestra la ciudad creada por Pedro I el Grande en todo su esplendor a punto de cumplir cien años desde su fundación en 1703.

Pasar a la oscuridad de la sala  del Oro de los Nómadas de Eurasia y el Oro de los Griegos es un perfecto deleite para los sentidos en donde se puede comprobar el magnetismo y el poder que este metal ha ejercido a lo largo de los siglos en las diversas civilizaciones. Son realmente admirables las piezas expuestas del oro de Siberia, pertenecientes a la Colección Siberiana de Pedro I, el oro de los antiguos nómadas escitas de Eurasia. La delicadeza y perfección de estos trabajos de orfebrería es asombrosa, entre los que destacaría una pieza única, el "Peine con escena de batalla", del cual hay varias hipótesis interesantes sobre la escena que representa; asimismo los torques y broches de estilo animalístico, como la phalera y los brazaletes no tienen comparación.

Por lo que respecta al oro de los griegos, muchas de cuyas piezas proceden de las excavaciones llevadas a cabo en el siglo XVIII en la zona septentrional del Mar Negro, tienen una gran importancia artística e histórica. Destacaría entre ellas, la lujosamente decorada "Diadema con nudo de Hércules", de oro, granates almandinos, cristal y esmalte. La reina Doña Sofía dedicó especial atención a esta pieza cuando inauguró la exposición. Igualmente sobresalen "Torque con jinetes escitas", y el "Colgante con cabeza de Atenea Partenos", medallón que muestra la cabeza de la diosa Atenea  Partenos, siendo la representación más antigua que se conoce de la escultura que Fidias realizó para el Partenón de Atenas.

En cuanto a pintura, no tengo adjetivos para explicar semejante muestra de obras maestras. Las paredes de la sala de pinturas, esculturas y dibujos de los siglos XVI y XVII, se tornan en color rojo para dar cabida a un intenso recorrido por la historia del mejor arte. Señalar las dos pinturas sobre San Sebastián, una de Tiziano Vecellio, en donde el santo va emergiendo de la oscuridad, ideada en principio para medio cuerpo, al que luego el pintor añadió un nuevo fragmento de lienzo para pintarla de cuerpo entero; y el "San Sebastián curado por las santas mujeres", de José de Ribera, en la que destaca el perfecto cuerpo desnudo del santo y la hermosa cabeza de Santa Irene. Y si hay un cuadro que llama poderosamente la atención, ese es el "Tañedor de laúd", de Caravaggio, una de las pinturas más famosas del Hermitage, donde la sensualidad del joven representado parece que nos está transmitiendo la música que interpreta, y el bodegón de flores y frutas en la parte izquierda nos da una sensación de proximidad.

Sobresalen los cuadros de Veronés "La lamentación sobre el cuerpo de Cristo muerto"; El Greco "San Pedro y San Pablo";  Velázquez "El Almuerzo"; Antonio Pereda "Bodegón"; Mengs "Perseo y Andrómeda".

Mención aparte merecen los representantes de la pintura flamenca y holandesa del siglo XVII, encabezados por Rubens con su maravilloso "Paisaje con un carro de piedras"; Rembrandt con "Caída de Hamán"; Frans Hals con "Retrato de Hombre"; Van Dick con "Henry Danvers, conde de Danby"; Paulus Potter "El perro guardián". Y una de mis obras favoritas es un dibujo a lápiz, tinta y aguada de Jan Brueghel el Viejo "Paisaje invernal con patinadores", francamente fascinante.

También me gustaría significar otra de mis pinturas favoritas, "La Kreuzkirche en Dresde" de Bernardo Belloto,  y "Los atributos de las Artes y la recompensa que se les conceden" de Chardin.

En escultura, la terracota de Bernini "El éxtasis de Santa Teresa" derrocha una elaboración exquisita. Y las esculturas "Cabeza del genio de la muerte" y "La Magdalena penitente" de Antonio Canova son la culminación de la belleza expresiva ideal.

También hay una buena muestra de arte representativo de los siglos XIX y XX, que se presenta en una sala en la parte superior del Prado. Estas obras se fueron adquiriendo a partir de la Revolución de 1917, y muchas proceden de colecciones privadas. Se pueden contemplar cuadros de Picasso, Gaugain, Matisse, Renoir, Cézanne, Derain, Ingres, Van Dongen, Morandi...Me gusto mucho la pintura de Caspar David Friedrich "Amanecer en las montañas", una composición magistral muy simbólica que nos sugiere la existencia de un mundo infinito y eterno a través de las cadenas montañosas que se suceden al fondo del paisaje. Y para terminar la exposición, uno de los cuadros más significativos de Kandinsky "Composición VI".

Una gran selección también de las artes decorativas de Oriente y Occidente. Como representante de las joyas europeas destacaría el "Ramo de acianos con espigas de avena en un jarrón" de la casa Fabergé. Muy interesante es un pinjante de cuarzo que perteneció al pirata Francis Drake, como también el "Pinjante con una carabela" de esmeraldas, español del siglo XVI. Y en cuanto a la orfebrería oriental la maravillosa "Horquilla grande con paisaje" de la dinastia Ming, o la exquisita "Caja en forma de cesta" que perteneció a Catalina la Grande.

Terminaré agradeciendo el importante intercambio entre el Museo del Prado y el Museo Estatal del Hermitage, que nos permite ver una deslumbrante exposición, única en todos los aspectos, y que seguro sera una de las más visitadas. Puntualizar que el Prado también llevo sus tesoros al Hermitage de febrero a mayo de este año, y decir que esa exposición El Prado en el Hermitage fue la más vista de la historia del museo ruso. Exposiciones ambas que se han convertido en un acontecimiento a nivel mundial.



El tiempo que pasa
Óleo sobre lienzo
1987





martes, 6 de diciembre de 2011

México, un país admirable

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Todo lo bueno que se pueda decir de México es poco. Un país maravilloso poblado de gente realmente admirable, donde el afecto, la amabilidad y la simpatía  son su seña de identidad. Todo lo que  proviene  de allí es cultura magnífica, donde han sabido respetar la riqueza de su pasado tradicional milenario con un gran  progreso fruto de la modernidad, manteniendo un equilibrio constante de fuerzas que hacen de la cultura mexicana un auténtico referente mundial. Por algo es uno de los países más visitados del mundo.

México es un crisol de culturas precolombinas impresionante, y con la llegada de los españoles y su fusión con ellas, se creó un mestizaje único en el mundo que se logró étnicamente con todo el bagaje del sincretismo religioso y cultural que impregna a la sociedad mexicana, que la convierte en un pueblo orgulloso y digno de admiración, creando una simbiosis racial llena de rasgos extraordinarios a todos los niveles, pero sobre todo en lo cultural. Me viene a la mente la  controvertida obra del escritor y filósofo mexicano José Vasconcelos "La raza cósmica" (1925), donde habla de la quinta raza, una raza hispanoamericana, la raza hispana es la única en el continente que dispone de los factores espirituales raza y territorio necesarios con una misión universal. Merece la pena leerla.

Las culturas mesoamericanas alcanzaron un alto grado de desarrollo en unas civilizaciones sorprendentes. Culturas como la Olmeca, considerada la primera civilización de Mesoamérica, de la que surgieron varios elementos patrones para toda la región, como el culto a la Serpiente Emplumada (Quetzalcóatl) o el simbolismo religioso del jade; la cultura teotihuacana, con una urbe cosmopolita de entre 100 y 200 mil habitantes en su época de máximo apogeo y cuyo origen es todavía objeto de investigación; la cultura zapoteca, la primera en desarrollar un calendario y un sistema de escritura; la cultura maya, con un legado científico y astronómico universal; la cultura azteca o mexica, último gran pueblo con un concepto mesiánico de si mismo en desarrollar una compleja estructura política, social, económica y religiosa a partir de lo mejor de todas las culturas precedentes.

Cuando México proclamó su independencia de España, declarada el 16 de septiembre de 1810  y consumada  el 27 de septiembre de 1821, el territorio comprendía más de 4 millones de kilómetros cuadrados, territorio que fue mermado en un 55% por las pretensiones expansionistas e invasivas de Estados Unidos y la consiguiente guerra con México, perdiendo como consecuencia más de la mitad de su territorio, lo que fue un duro golpe al honor nacional de los mexicanos. La salida de España hizo que países como Inglaterra, Estados Unidos o Francia pusieran sus ojos interesados sobre el nuevo estado constituido.

Muchos fueron los avatares que tuvo que pasar el país hasta su completa consolidación, pasando por la revolución mexicana, hasta la proclamación de la Constitución de 1917, con las diversas facciones políticas en conflicto continuo durante la primera mitad del siglo XX. Los problemas sociales siempre han sido fundamentales en México, como en el resto de Iberoamérica, lo que ha conllevado toda una serie de  tensiones políticas que han jalonado la historia de esta joven nación.

Pero el hecho es que México se ha convertido en un país al que viajar siempre es un placer, la amabilidad de sus gentes, su exquisita y variada gastronomía, la diversidad de su geografía imponente siempre por descubrir, su historia y riqueza patrimonial fruto de un pasado prehispánico y colonial que cuenta con 31 sitios que son Patrimonio de la Humanidad entre bienes culturales y naturales, sus bellezas naturales de volcanes, selvas, lagunas, desiertos o playas paradisíacas nos brindan la oportunidad de sumergirnos en un medio ambiente de perfecta armonía. En fin, podría seguir enumerando los atractivos de este fascinante territorio y no terminaría.

El cantante y compositor mexicano Luis Miguel describe a la perfección las bondades y los sentimientos  que me gustaría expresar sobre esta tierra. Sólo hay que escuchar su álbum "México en la Piel" para darse cuenta de ello, sobre todo sus canciones "El Viajero" (abajo) y "México en la Piel".

¡VIVA MÉXICO!




Pirámide de Kukulkán. Chichén Itzá. México
Tomada en octubre de 2004



miércoles, 23 de noviembre de 2011

El dramático y cromático romanticismo. Delacroix (1798-1863)

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Si  hay algo que quisiera destacar de esta exposición del gran artista francés Eugene Delacroix que se está mostranto en Caixaforum de Madrid,  es el punto dramático y exótico que envuelve su obras, expresando una gran intensidad emocional, que junto al profundo colorido de sus pinceladas evocan las percepciones propias de un pintor romántico tocado de plano por la sensibilidad imperante en la primera mitad del siglo XIX.

Poner de relieve también, la sensación de movimiento y vitalidad que transmiten sus obras, creando una atmósfera que nos traslada a escenarios históricos de la época. Delacroix iba contra las normas establecidas por el neoclasicismo vigente en ese momento, intentando una renovación de la pintura a través de una gran libertad expresiva. Sus grandes composiciones de tema histórico son una buena prueba de ello.

La exposición reúne una buena muestra de su obra, desde cuadros de gran formato hasta acuarelas, grabados, litografías y dibujos, haciendo un recorrido por las diferentes etapas de su creación desde sus inicios hasta su periodo de madurez. Se echan en falta alguna de sus grandes creaciones, como "La libertad guiando al pueblo", "La matanza de Quíos" o "La muerte de Sardanápalo". En general, es una magnífica exposición para uno de los grandes pintores románticos del primer tercio del siglo XIX.

Delacroix era un gran admirador del poeta inglés Lord Byron, cuyas ideas calaron pronto en el pintor. De aquí surgirán sus grandes obras inspiradas en el drama de Grecia. En la exposición podemos contemplar la maravillosa pintura de "Grecia expirando sobre las ruinas de Missolonghi", un cuadro alegórico sobre Grecia, en el que se puede apreciar la gran belleza de Grecia simbolizada en una mujer luchando contra el poder otomano.

Asimismo, podemos contemplar un estudio para la "Masacre de Quíos", en el cual ya se pueden observar los rasgos característicos que compondrán la gran obra posterior del pintor, al igual que el estudio de   "Retrato de mujer vieja" que aparecerá en el cuadro. Gran óleo que no hay que perderse cuando se visite el Louvre.

En esta presentación se puede admirar también, el boceto al óleo de "La muerte de Sardanápalo", procedente del Museo del Louvre. Decir que Delacroix realizo varios estudios parciales antes de pintar esa gran obra que se exhibe en el Louvre. Recomiendo encarecidamente que cuando se visite este museo parisino nos detengamos a contemplar el magnífico despliegue escenográfico de "La muerte de Sardanápalo", donde el color y el dramatismo adquieren tintes sublimes.

En su viaje al Norte de África en 1832 descubre la luz y el color de estos paisajes, así como la sensualidad de sus gentes, todo lo cual quedará patente en las numerosas obras que el artista realizó bajo la influencia e inspiración  de estas tierras. Sensacional el cuadro "Mujeres de Argel en sus habitaciones", donde los colores rojos y verdes ocupan un lugar protagonista, logrando captar el ambiente que se respiraba en esos harenes musulmanes gracias a que a su llegada a Argel consiguió entrar de forma secreta en uno de ellos. Señalar igualmente "La boda judía en Marruecos" y "El caíd, jefe marroquí".

Delacroix fue un gran pintor de animales, sobre todo de caballos, de los cuales hay una buena muestra en esta exposición, consiguiendo plasmar toda la belleza y nerviosismo propios de estos magníficos cuadrúpedos. Espléndido el esbozo "La caza de los leones" del Musée D'Orsay.

Escena estremecedora la de "El naufragio de Don Juan", en la que la desesperación de los supervivientes  es patente, echándose a suerte quién será la victima que dará de comer a sus compañeros.

En cuanto a retratos, hay que detenerse en el "Retrato de Loius-Auguste Schwiter", de la National Gallery de Londres, un retrato realmente exquisito, en el que el pintor logró detener el paso del tiempo en la expresión del retratado. Magnífico. Además está  "Autorretrato con chaleco verde",  excelente interpretación del temperamento indomable del autor.

En definitiva, una gran retrospectiva de un pintor, del que muchas de sus obras se han convertido en referentes de nuestra cultura europea y universal, y que tenemos la oportunidad de ver en esta extraordinaria exposición, la más completa de Delacroix desde la organizada en el Museo del Louvre en 1963.

Terminaré con unas palabras que escribió Delacroix en respuesta a Baudelaire: "Me tratáis como solamente se trata a los grandes muertos".




Francesillas
Óleo sobre lienzo
1986

domingo, 6 de noviembre de 2011

A esos seres mágicos, extraordinarios, llamados gatos

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Contradiciendo en cierta manera a Fernando Sánchez Dragó (gatófilo reconocido) cuando en su espléndido libro Soseki. Inmortal y tigre, afirma que los gatos tienen que tener un nombre para poder ir al cielo de los gatos, yo estimo y afirmo que cualquier gato con su sola presencia está ya en el paraiso sin necesidad de nominaciones humanas. Otra cosa muy diferente es querer reconocer a nuestro minino con un nombre apropiado a su carácter y su fisonomía.

Su inteligencia, lealtad, fidelidad, elegancia y saber estar hacen de ellos compañeros inseparables en nuestro devenir errante por este mundo en el que nos ha tocado vivir. Ellos hacen que nuestra calidad de vida mejore considerablemente, que las energías negativas que nos envuelven desaparezcan, canalizándolas en energías positivas. Tienen el poder de limpiar el ambiente de las casas donde viven de esa negatividad que nosotros creamos constantemente, y así evitan muchas veces que enfermemos y caigamos en depresiones. Se les puede considerar sanadores anónimos y altruistas que no permiten que las personas que les cuidan sean presas de influencias desfavorables que nosotros no percibimos a simple vista, pero que están ahí.

Sí, no estoy exagerando, muchas personas que tienen gatos lo saben perfectamente, sobre todo aquellas que tienen una buena interrelación con ellos. Personas que los entienden, que aceptan su peculiar forma de comportamiento, su noble independencia, su aristocrática distinción; porque los gatos no son como los demás animales llamados de compañía, ellos son especiales, seres maravillosos que nos hacen reír y a veces con su silencio y discreción nos están transmitiendo esa tranquilidad y sosiego que todos necesitamos. Hay que saber entender sus silencios. Ellos saben que los queremos, y a cambio nos ofrecen su protección más conmovedora. 

No son egoístas, aunque a veces lo parecen sin querer. Nos dan su amor más incondicional. Sólo quieren que les dediquemos parte de nuestro tiempo, porque ellos nos consideran sus fieles amigos en esta vida que tenemos que recorrer juntos. Son inseparables. Nos cuidan, nos protegen, nos dan alegrías, nos muestran su solidaridad en los malos momentos, no se separan de ti cuando te encuentras mal, te ayudan con una mirada a seguir adelante. Son la mejor terapia contra los reveses que a veces te da la vida. Acariciar a un gato tiene la virtud de conseguir cambiar estados de ánimo depresivos o degenerativos en otros más placenteros. Y esto lo saben bien muchos cuidadores de enfermos de alzheimer.

Tienen la virtud de intuir peligros cercanos. Su exquisita sensibilidad nos avisa de que algo no va bien y 
tomemos precauciones. Limpian el ambiente de la casa de elementos no deseados, incluso cuando están dormidos. A veces se tumban en lugares que nosotros encontramos extraños para ellos, pero lo que están haciendo es "limpiar" ese entorno que ellos entienden no esta seguro. Siempre están protegiéndonos desde el anonimato, sin que nosotros podamos percibirlo. Cuántas veces los reñimos por no entender esos comportamientos.

Es realmente una delicia ver jugar a un gato, esos movimientos alocados e impulsivos, pero siempre con esa elegancia innata que sólo ellos poseen, hacen que desaparezca toda tristeza y se dibuje una sonrisa enorme en las personas que los contemplan.

Es una pena que haya tantas personas que no den la importancia y atención que merecen  estos maravillosos animales, y que incluso los miren de forma despectiva por falta de conocimiento e ignorancia. Se están perdiendo la experiencia única e increíble de estar cerca de un auténtico tigre, que les dará grandes satisfacciones en un mundo en que éstas escasean. El acercamiento a un gato es una señal de suerte y alegría en nuestras vidas. Y por supuestos, los gatos negros, considerados los más inteligentes, siempre vienen acompañados de buenos auspicios y venturas.  No nos quedemos sin comprobarlo, quitemos nuestros miedos y estereotipos del pasado oscuro y hagamos de nuestro amigo el gato un compañero inseparable. La recompensa está asegurada.

Y las personas que ya comparten su vida con ellos, que les dediquen tiempo, que entiendan sus rarezas, porque al igual que las personas, cada gato es distinto y tiene sus peculiares formas de comportamiento, que intenten comprenderlos y perdonarlos en sus escasas travesuras, porque al final siempre nos sacaran nuestra mejor sonrisa. La comprensión es la mejor manera de tener su lealtad incondicional.




BOIRA
"Ella siempre está cuando la necesito"

domingo, 23 de octubre de 2011

Rompiendo lanzas por la Hispanidad. Parte Segunda

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Los inicios de la Edad Moderna fueron bastante negativos en lo que respecta a la visión exterior de España, una imagen estereotipada que nos ha perseguido durante siglos, y que ha influido hasta en la propia percepción que tenemos de nosotros mismos a través de nuestra historia. Es lo que Domínguez Ortiz llama, refiriéndose al acogimiento asombroso por parte del pueblo español, una "deformación extranjeriza de su historia". Esto es obra de varios países europeos encabezados por Francia, Inglaterra y Holanda, pero también Italia y Alemania. Lo grave del caso es que muchos de esos tópicos negativos e imágenes estereotipadas sobre España persisten incluso hoy en día.

La supremacía española en Europa produjo grandes resentimientos en estos países, siempre ávidos de poder, a los que se unieron además los grandes movimientos religiosos de la época encabezados por la Reforma Protestante. Se alude con frecuencia al fanatismo religioso de Felipe II, pero nada más hay que ojear un discurso de Lutero o pasearse por las cortes de esos países para darse cuenta de lo que era realmente intolerancia religiosa.

Y con el descubrimiento del Nuevo Mundo por parte de España y su incorporación al Imperio Español, los resentimientos de esos países fueron in crescendo, si bien hay que decir que el factor religioso fue determinante en la confección de esa idea que se tenía de todo lo español.

Apuntar como dato, que la herencia territorial de la Monarquía Hispánica en tiempos de Felipe II era de más de 30 millones de kilómetros cuadrados de poder efectivo, siendo el primer país europeo en llevar a cabo la ordenación de un ESTADO.

Retomando el hilo de lo que indica el enunciado de este escrito, continuación del publicado el 27 de septiembre, seguiré hablando del legado de la Hispanidad en el mundo. En este sentido hay que tener presente que los Reinos Hispanos habían pasado siete siglos de reconquista, es decir de enfrentamiento continuo con los musulmanes, en una auténtica guerra de límites para recuperar el territorio arrebatado por las invasiones musulmanas procedentes del norte de África.

Por eso, los primeros conquistadores españoles llegados a América eran hombres rudos, curtidos en mil batallas, salidos de un mundo medieval en donde la guerra era la constante de sus vidas. Eran hombres de frontera, individualistas, temerarios, pero también violentos e imprudentes. Con la conquista del último bastión musulmán de Granada por parte de los Reyes Católicos, se puso fin a más de siete siglos de reconquista, quedando abierta la puerta de América para todos ellos.

Por lo que respecta al colapso demográfico de la población indígena durante la conquista, hay que decir que fue de grandes proporciones, y sin entrar en polémicos debates y controversias, constatar que sin ninguna duda la mayor parte se debió a las enfermedades infecciosas portadas por los españoles y demás europeos que llegaron a América. Enfermedades como la viruela, la gripe, el tifus, la difteria o el sarampión entre otras, desconocidas todavía en el continente americano, y por lo tanto con una población carente de defensas hacia ellas.

Y sólo una pequeña parte de ese descenso poblacional fue como consecuencia directa de las guerras, violencia y explotación a la que fue sometida la población indígena por parte de los primeros conquistadores en las décadas iniciales de la conquista.

No se puede mirar y juzgar el pasado con los ojos y la mente del hombre actual. y este es el error más frecuente que se comete al valorar los hechos históricos. Nada tiene que ver la mentalidad de un hombre del siglo XV con la del hombre del siglo XXI.

Historiadores, investigadores y demógrafos coinciden en que fueron las enfermedades, sobre todo la viruela, el factor principal del declive de la población indígena. Numerosas investigaciones han calculado que entre el 80 y el 95% de la población total de América que murió en ese tiempo fue por causa de esas infecciones que adquirieron grado de grandes epidemias. Como ejemplo citaré al gran historiador británico Henry Kamen cuando afirma: "...que entre los puebles indígenas del Nuevo Mundo, más de un noventa por ciento de las muertes fueron causadas por enfermedades contagiosas más que por crueldad".

En cuanto al oro y la plata venidos de América (al igual que las inmensas rentas de las exportaciones laneras castellanas) mencionar que no se quedaban en España, sino que traspasaban los Pirineos para enriquecer a Europa, pagando las innumerables guerras de los Austrias así como a los prestamistas alemanes y genoveses, y olvidando cualquier inversión en España. Esto conduciría a un empobrecimiento paulatino del país, el cual, junto al despoblamiento masivo debido a la emigración a América llevaran a la decadencia del Imperio Español.

Una decadencia a todos los niveles, iniciada por el agotamiento y desgaste de un Imperio de inmensas proporciones que no supo adaptarse a tiempo a la nueva economía imperante en el mundo protestante anglosajón, socavado además su prestigio por una feroz autocrítica interna y por los ataques propagandísticos externos del resto de Europa. A principios del siglo XVIII, España pasó de ser la potencia hegemónica en Europa y la mayor economía del mundo a convertirse en un país empobrecido. Sería interesante hacer hincapié en las grandes divergencias de los modelos socioeconómicos asociados al catolicismo y protestantismo en los distintos países europeos.

Incluso hoy en día, los historiadores y estudiosos de todo el mundo se preguntan por las causas reales que condujeron a esa decadencia a la mayor potencia de la época. Existen muchas interpretaciones historiográficas, pero este no es el momento de analizarlas.

Iberoamérica es la síntesis de muchas etnias que han dado como resultado un mestizaje asombroso. Solamente destacar que la riqueza del maravilloso estado racial y cultural actual de  Hispanoamérica, fruto de la unión con los españoles, es razón suficiente para defender una aptitud positiva del encuentro americano. Terminaré con una cita del insigne escritor mexicano Octavio Paz:

"No todo fue horror: sobre las ruinas del mundo precolombino los españoles y los portugueses levantaron una construcción histórica grandiosa que, en sus grandes trazos, todavía está en pie. Unieron a muchos pueblos que hablaban lenguas diferentes, adoraban dioses distintos, guerreaban entre ellos o se desconocían. Los unieron a través de leyes e instituciones jurídicas y políticas pero, sobre todo, por la lengua, la cultura y la religión. Si las pérdidas fueron enormes, las ganancias han sido inmensas.

Para juzgar con equidad la obra de los españoles en México hay que subrayar que sin ellos -quiero decir sin la religión católica y la cultura que implantaron en nuestro país- no seríamos lo que somos. Seríamos probablemente un conjunto de pueblos divididos por creencias, lenguas y culturas distintas".



Interior de bosque
Óleo sobre lienzo
1996

jueves, 6 de octubre de 2011

Resurgiendo como el Ave Fénix

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

En un mundo lleno de sobresaltos continuos, sometidos a presiones de todo tipo, perdidos en tantos problemas emocionales, económicos, conductuales,....debemos encontrar la forma de superar tantos obstáculos que hacen que a veces perdamos el norte y nos sumamos en periodos de profunda crisis y depresión

Tenemos que intentar comprender la realidad que nos rodea y buscar soluciones en el plano personal, profesional y social, que nos permitan construir un sistema más flexible que nos de una estabilidad más duradera para poder seguir adelante.

Una ardua tarea, pues los problemas siempre van a existir a nuestro alrededor. Por eso hay que tratarlos en su justa medida, y entender que aunque estén ahí  vamos  a conseguir convivir con ellos de la mejor forma posible.

Poner freno a la ansiedad, mejorar la memoria, lograr relacionarse mejor con los que nos rodean, son aspectos  que podemos conseguir por nosotros mismos para alcanzar un cierto equilibrio mental y emocional, realizando en primer lugar un análisis sincero de nuestras vivencias pasadas y presentes y alcanzar una sana autoestima. Hay que desarrollarse en la adversidad.

Hay muchas terapias para conseguirlo, desde la utilización de profesionales especializados hasta las que practicamos por nosotros mismos. Yo soy partidario de estas segundas, pues te permiten crecer por tu propia voluntad, aunque también son las más difíciles. En este sentido, nuestro ánimo de superación te produce una satisfacción final que hace que te levantes cada día con más ganas de vivir, a pesar de los problemas.

A veces nos perdemos en debates internos interminables que no llevan a ninguna parte, olvidándonos de vivir el momento. Y este es el problema principal, pues  estamos perdiendo oportunidades que nunca volverán, y sólo por la obstinación de querer manejar el conflicto de una forma demasiado técnica.

Hay que ser mas sencillos en el planteamiento, buscar lo positivo en cada situación y no dejarse llevar por la desesperación del momento. La vida hay que vivirla tal como viene, sin más dramatismo que el preciso, dándonos oportunidades de buscar una felicidad  pausada, sin esperar llegar a un paraíso donde el sufrimiento esté ausente. Ser sinceros con nosotros mismos, desprendiéndonos de ropajes superfluos que nos confunden y nos ahogan en la desesperación. El brutal materialismo imperante en nuestra sociedad es uno de los grandes culpables de todo esto.

Reflejarnos en actividades que nos produzcan satisfacción es un buen comienzo. No perder el tiempo en visionar tareas inútiles que no te van dar ninguna solución personal, sino enbrutecernos un poco mas, siguiendo la tónica habitual de esta sociedad que nos hace bailar al son que nos va tocando.

Cada cual debe saber que es lo que realmente le gustaría hacer, no me refiero a nivel profesional, pues esto es realmente  difícil de conseguir, sino a nivel personal, e intentar ponerlo en practica poco a poco. Por ejemplo, buscar en la lectura una forma de escape que te lleve a otros niveles. Ya lo decía Erasmo de Rotterdam: "Cuando tengo un poco de dinero, me compro libros. Si sobra algo, me compro ropa y comida". 

Y al referirme a la lectura, podría mencionar infinidad de otras actividades que pueden hacer nuestra vida mejor, como programas de voluntariado en sus diversos ámbitos, medio ambiente, práctica del altruismo, un abanico infinito de actividades culturales, cenas entre amigos, poner en práctica nuestras habilidades de oratoria, debates sobre temas atrayentes, ....

Ya se que cada uno tiene sus propias limitaciones, sobre todo de tiempo y de familia, pero siempre hay que buscar ese momento preciso para enriquecer nuestro interior, que en suma es el que va a hacernos sentirnos mejor y así poder ayudar a los que están alrededor. Hay que procurar lo máximo posible huir de las banalidades. Es bueno improvisar constantemente para llegar a un autoconocimiento y desarrollo de nuestra personalidad sin miedos. Profundizar en el desarrollo personal de cada cual es un buen ejercicio.

Por último, destacar que una sana autoestima de sí mismo supone aceptar que lo esencial de nuestra vida puede ser aceptado y querido. Por ello es fundamental desarrollarla de la manera más realista y positiva  posible.

Es una tarea difícil, que todos hemos puesto en práctica alguna vez, pero que siempre hemos abandonado agobiados por tantos problemas. En fin, hay que seguir intentándolo, y aunque nuestro entorno se enralezca, tenemos que volver intentarlo. Y si volvemos a caer, tendremos que levantarnos y renacer de nuevo como el Ave Fénix.





Atardecer
Óleo sobre lienzo
1996

martes, 27 de septiembre de 2011

Rompiendo lanzas por la Hispanidad. Parte Primera

Eduardo Beltrán y García de Leaniz / Madrid


Con motivo de la próxima celebración del 12 de octubre, día de la Hispanidad, quiero dejar constancia de mi pasión por unas comunidades a las que nos unen unos lazos inmutables e imperecederos. Nada de lo que afecta a América nos es ajeno.

Los españoles fueron los artífices de la creación del primer imperio colonial moderno, llevando la europeización al continente americano, e iniciando al mismo tiempo un proceso de mestizaje y transculturación en un encuentro étnico, biológico y cultural de inmensas proporciones. Hay que recordar en este sentido que el colonialismo inglés jamás tuvo el más mínimo interés en mezclarse con las culturas autóctonas, pues consideraban impuras otras razas que no fuesen la suya.

En el descubrimiento y conquista, los territorios americanos nunca fueron considerados colonias, sino que, jurídicamente se consideraban provincias y reinos en igualdad de condiciones con los reinos hispanos. No fueron colonias de explotación, ni factorías, ni se poblaron con colonias de penados como hizo Inglaterra. España envía lo mejor, llevando las  mismas leyes peninsulares y creando una nueva cultura  en la que no se practica la segregación. Y destacar como elemento principal la evangelización. En esa época evangelizar era culturizar.

El gran hecho histórico del descubrimiento y colonialismo de América ha sido muy polémico desde sus comienzos. Habría que decir en primer lugar que a lo largo de la Historia de la Humanidad todo choque de culturas y civilizaciones diferentes  ha significado violencia, y en el caso de España y América no iba a ser distinto. Si bien es de elogiar que las críticas sobre los abusos cometidos en los primeros años de conquista por los conquistadores españoles, partieron de la propia España. Es decir, se estaba haciendo una dura autocrítica por parte de un buen número de españoles, sometiendo a una comprobación ética toda la labor llevada a cabo en América.

Jamás el imperialismo inglés ha hecho autocríticas de su propia política colonial. Siempre las críticas han venido de fuera. Quiero resaltar en este punto, que España, junto a Estados Unidos, han sido los únicos países en el mundo que han sometido a autocrítica toda su actuación imperial.

A partir de ahora siempre me referiré a Inglaterra como la otra cultura decisiva  relacionada con América, reflejando las grandes diferencias de ambos imperios. Se habla de América Hispana y de América Anglosajona. Aunque son dos colonizaciones muy distintas, fruto la hispana de la construcción y la anglosajona de la expansión. También son dos conceptos muy diferentes de ver la vida: la América Anglosajona del Norte es protestante, pragmática y el concepto económico es su máxima finalidad, mientras que la América Hispana es católica, idealista y humanista.

La situación es que las acusaciones llevadas a cabo por los críticos españoles se difundieron muy pronto por Europa, y se exageraron de tal forma, que Holanda e Inglaterra (los máximos instigadores) las utilizaron como armas arrojadizas contra la política religiosa y militar de la Monarquía Hispánica. No olvidemos que la Monarquía universal española era la más poderosa y extensa de Europa lo que la convirtió en la mayor potencia de occidente.

Y de aquí surgió La Leyenda Negra, con la consiguiente descalificación y condenación de todo el país. Leyenda injusta, cruel e interesada que bien podría atribuirse a los países que la inventaron. Pero la realidad fue que esta leyenda hizo más daño a España y a su prestigio que todas las guerras llevadas a cabo durante los más de 300 años que duró el Imperio Español.

Citaré la definición que de La Leyenda Negra hizo Manuel Fernández Álvarez: "Cuidadosa distorsión de la historia de un pueblo, realizada por sus enemigos, para mejor combatirle. Y una distorsión lo más monstruosa posible, a fin de lograr el objetivo marcado: la descalificación moral de ese pueblo, cuya supremacía hay que combatir por todos los medios".

Los abusos y violencia cometidos sobre la población indígena por parte de los conquistadores siempre contaron desde el principio con voces españolas que se alzaron contra estos métodos, teniendo a los dominicos  como sus principales valedores. España llegó a plantearse la legitimidad de la conquista, siendo el único país del mundo que ha sometido a crítica y revisión toda su labor colonizadora. Ya en la época, entre 1550 y 1551, se llevo a cabo en Valladolid la famosa controversia teológica entre el padre Las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda sobre la validez de la conquista. Asimismo señalar la polémica teoría de los Justos Títulos de Francisco de Vitoria respecto a la legitimidad o no que Castilla tenía sobre las Indias, basada en el Ius Naturale. Vitoria puso las bases del Derecho Internacional.

Como consecuencia de todo esto, la Corona dictará toda una serie de leyes que tenían como misión proteger al indio, entre las que destaco las Leyes de Burgos de 1512, las Ordenanzas de buen tratamiento a los indios de 1524 o las Leyes Nuevas de 1542. Todas ellas incorporadas en la Recopilación de las Leyes de Indias.

Quisiera señalar en este sentido, la gran preocupación de la reina Isabel la Católica por la defensa de los indios. Así, el testamento de la Reina, redactado en 1504 dice: "...por ende suplico al Rey mi señor muy afectuosamente, y encargo y mando a la dicha Princesa mi hija y al dicho Príncipe su marido… no consientan ni den lugar que los Indios vecinos y moradores de las dichas Indias y Tierra Firme, ganadas y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas ni bienes, mas manden que sean bien y justamente tratados..."

Otra de las grandes diferencias entre anglosajones y españoles es la idea de ennoblecer las Indias que llevo a cabo la Corona española. Cuando se independizaron las 13 colonias americanas de Inglaterra en 1776, no existía en su territorio ni una sola universidad, ni una sola catedral, ni palacios, ni monasterios, ni iglesias, ni edificios oficiales… los ingleses no habían llevado ni construido nada en América. Cuando se independizaron las colonias españolas, todo este enorme territorio que abarcaba desde California hasta la Patagonia estaba sembrado de más de 30 Universidades, decenas de Catedrales, miles de Colegios y Bibliotecas, Escuelas, más de 70.000 Iglesias (sólo en el primer siglo), cientos de Conventos, Palacios, Edificios Gubernamentales. Las primeras Universidades se fundan en Santo Domingo en 1538, en México en 1553, en Lima en 1553, en Bogotá en 1580, en Quito en 1786, en Santiago de Chile en 1619, en Sucre en 1624,... a las que asisten alumnos españoles, criollos, indígenas y mestizos. La imprenta se funda en México en 1537 y en Lima en 1583,... y así podría seguir enumerando sin cesar.

Quisiera terminar esta primera parte citando el título del último libro de Carmen Iglesias: "NO SIEMPRE LO PEOR ES CIERTO".





Bosque encantado
Óleo sobre lienzo
1992

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Antonio López: lo sublime hecho realidad

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Si tuviera que describir la Exposición de Antonio López en el Museo Thyssen con una sola palabra la calificaría de sublime. Un genio de la pintura contemporánea al alcance de nuestros sentidos, los cuales se sienten desbordados ante tanta creatividad y talento.

Las pinturas, los dibujos y las esculturas que se exhiben son fiel reflejo de un alma enamorada de la vida, recreando el tema insistente en su creación como es la figura humana. La exposición se encuentra divida en dos etapas correspondientes al trabajo de las últimas décadas y una retrospectiva desde sus orígenes.

Destacar en esa primera parte, además de la figura humana, los temas de la ciudad de Madrid y el árbol, los cuales han sido constantes en estos últimos años, llevándolos a su máxima expresión hasta plasmar la esencia misma del objeto.

Destacar como una característica muy especial de la pintura de Antonio López el hecho de interrumpir el trabajo de sus obras y reanudarlo un tiempo después, ya que percibe la realidad como un proceso tranquilo y susceptible de cambios. Quizás a esta particularidad se deba ese acabado o no acabado extraordinario de sus obras que las hacen incomparables. En las propias palabras de López: "una obra nunca se acaba, sino que se llega al límite de las propias posibilidades".

El realismo insuperable que hace gala en sus obras tiene la capacidad de implicar al espectador y hacerlo sentir partícipe de sus emociones. Un realismo que es imposible vincular al realismo o hiperrealismo vigente en la actualidad tanto en Europa como en Estados Unidos.

Por lo que se refiere a las vistas de Madrid, es realmente impresionante Madrid desde la torre de bomberos de Vallecas (1990 - 2006) que da la impresión de ser una maqueta, o Madrid desde Capitán Haya (1987 - 1996), una de mis favoritas.

Mención aparte son los cuadros cuyo tema es la Gran Vía madrileña. La obra Gran Vía (1974 - 1981), da comienzo a una serie de obras con los edificios de la Gran Vía como protagonistas con esa unificación de luz y color únicos que confieren a los trabajos un halo de "irrealidad" muy real. Me fascina Gran Vía, 1 de agosto, 13:45 horas (2010 - 2011).

También destacaría entre mis favoritos Nevera nueva (1991 - 1994) y Terraza de Lucio (1962 - 1990), verdaderamente admirables.

Por lo que respecta a la escultura, sin palabras ante Hombre y mujer (1968 - 1994). Aunque este grupo escultórico ya lo había visto en una exposición en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en 2001, la contemplación actual de la obra me produjo una sensación de sosiego y meditación. Ver como estas figuras talladas en madera de abedul conseguían atraer toda mi atención me recordaba a una sensación parecida que tuve al contemplar algunas esculturas egipcias en el Museo Egipcio de El Cairo.

Es interesante señalar la desproporción entre la figura masculina y la femenina, huyendo del canon de las proporciones humanas.

También me gustaría resaltar los espléndidos dibujos de su serie de los membrilleros, con esa maraña de líneas y planos superpuestos que denotan la maestría de una técnica de enorme complejidad.

La segunda parte de la exposición se centra en una mirada retrospectiva de su obra desde sus inicios en donde lo mágico y simbólico tiene un papel fundamental, hasta finales de los años 60 en donde la objetividad cobra su máximo protagonismo.

Gran parte de estas obras ya las había contemplado en su exposición antológica de 1993 en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de la que destacaría los retratos familiares y Taza de váter y ventana (1968 - 1971).

Felicitar gratamente al Museo Thyssen por esta gran exposición que nos ha posibilitado la oportunidad de ver a uno de los grandes pintores de nuestros días.



Segador
Cera sobre papel
1979


viernes, 16 de septiembre de 2011

Hispanoamérica, Iberoamérica o Latinoamérica

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Es bastante común escuchar o leer en todos los medios de comunicación, como asimismo oír a personas de toda índole utilizar el término Latinoamérica o América Latina  como algo totalmente aceptado, incluso personalidades de las más altas Instituciones españolas  lo emplean en todo tipo de actos, y en los sistemas educativos españoles es el término que se aplica.

Y si en España es el término que se utiliza normalmente, en los países a los que se refiere pasa a ser el más comúnmente aceptado por toda la población. Lo cual resulta realmente sorprendente, pues es un termino que no les define, ni por su cultura indígena, ni por su cultura española.

Yo estoy totalmente en desacuerdo con el uso de este término, que no indica para nada el origen grandioso de los pueblos Iberoamericanos, un mundo que abarca desde Alaska hasta la Tierra de Fuego, recorriendo todo el Continente Americano de norte a sur. Es completamente incorrecta su utilización. 

En este contexto, me gustaría explicar los motivos que me llevan a esta conclusión. En primer lugar  destacar que los más insignes hispanistas del mundo, entre los que pongo de ejemplo al incomparable John H. Elliott, como asímismo la Real Academia Española de la Historia y el resto de Academias de los países iberoamericanos, utilizan la palabra  Hispanoamérica o Iberoamérica , ya sea para referirse a los países de lengua española o a los paises de lengua española y portuguesa. Se habla de Cumbres Iberoaméricanas.

Fueron los españoles, y en menor medida los portugueses los que llegaron a las "Indias". Fueron los pueblos ibéricos los que fundieron su cultura con las culturas autóctonas americanas. España llevó lo  mejor que podía llevar: SU CULTURA, la cual se fusionó con las civilizaciones precolombinas creando una simbiosis perfecta que dio lugar a un mestizaje asombroso que hoy en día es un ejemplo de belleza y grandeza.

Hispanoamérica fue una prolongación de  España en las Américas. España siempre consideró a todos estos territorios descubiertos como provincias españolas, y sólo en el último momento pasaron a ser colonias debido al clima económico y político imperante en el siglo XVIII.  Decir en este sentido que Inglaterra siempre considero a sus territorios conquistados desde el inicio como colonias de explotación. Pero no es este el momento de hablar de lo que llevó y se llevó España, o de lo que impuso o dejó de imponer, ya escribiré sobre este apasionante tema en otra ocasión.

Por lo que se respecta a la denominación "latino", hay que decir que se refiere a los naturales del Latium, zona histórica geográfica de Península Itálica, región cuna del Latín. Los latinos fueron progresivamente conquistados por los romanos ya desde la época monárquica (753 a. C.-509 a.C.).

Para llegar al origen de este vocablo tenemos que remontarnos a mediados del siglo XIX, donde es utilizado por primera vez en una conferencia en Paris. Los franceses de la época, ávidos por destruir todo lo que significase la gloria del Imperio Español, apoyaron inmediatamente el término América Latina, y fue Napoleón III en sus intervenciones militares en México quien lo popularizó en un intento de incluir a Francia en el área de influencia de Hispanoamérica, y quitar a España todo el protagonismo en la zona y al mismo tiempo desprestigiarla a los ojos de los mejicanos.

Hay que decir que fue Francia la que para su propio interés extendió el uso de "latino" para todos aquellos países que hablasen idiomas derivados del latín. Pero la realidad es que ni franceses, ni otros pueblos latinos, llevaron a cabo la gran obra americana que llevó a España a ser la  artífice de una de las mayores gestas de la Historia de la Humanidad. Además, las escasas colonias francesas en el Caribe no se parecen en nada histórica o culturalmente al resto de países iberoaméricanos.

Se habla también con frecuencia en foros internacionales del concepto América Latina vinculado a aspectos económicos, sociológicos o antropológicos, ademas de culturales, lo cual no deja de ser una forma más sutil "de rizar el rizo". El hecho es que no convence de ninguna forma.

Las culturas nativas americanas unidas a la cultura española han creado unas Sociedades políticas, demográficas, culturales y económicas a nivel mundial con una de serie de valores e intereses comunes de tal magnitud que a veces ni nosotros mismos somos conscientes de ello. Por ello es de honor reconocer el nombre de estas tierras como HISPANOAMERICA o IBEROAMERICA.




Raíces y Emigrantes
Óleo sobre lienzo
1986




miércoles, 7 de septiembre de 2011

Vídeo de la Bajada de Jesús de Almazán 2011. La Traca

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid


Vídeo que tomé el 4 de septiembre de 2011 a las 22:00 horas, en el cual podrás comprobar el maravilloso despliegue pirotécnico que se hace en honor de Jesús Nazareno dentro de las Fiestas Patronales de la Bajada de Jesús de Almazán. Realmente impresionante aunque esté realizado con un móvil.

Cuenta la tradición que esta imagen de Jesús Nazareno tenía fama de milagrosa, por lo que los sorianos llegaron a Almazán para llevársela en procesión hasta Soria y dejarla allí. Pero he aquí que aconteció que cuando se la estaban llevando y al tratar de cruzar el puente, la imagen de Jesús se quedo parada y no pudieron moverla.

Y en ese mismo lugar donde se paró, la villa de Almazán le construyó una ermita, justo al comienzo del puente, para rendir homenaje a Aquél que no quiso dejar Almazán. 

En esta ermita permanece todo el año hasta el comienzo de las Fiestas en las que una semana antes se celebra la procesión de la Subida de Jesús hasta la iglesia más alta de Almazán, Nuestra Señora de Campanario con su triple ábside románico del siglo XII. 

Y el primer domingo de septiembre se celebra la Bajada de Jesús, procesión que al llegar a la Plaza Mayor es ofrendada con la famosa Traca, que podéis ver en el vídeo. Al llegar a la Puerta de la Villa, se da la vuelta a la imagen de Jesús, y hace de espaldas todo el trayecto hasta su ermita, siempre mirando a Almazán.



Pintura de La Ronda expuesta en las Fiestas de Almazán

martes, 6 de septiembre de 2011

Teotihuacán versus Roma. Naturaleza e Ideal

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Puede parecer un título ciertamente insólito o extravagante, ¿cómo es posible relacionar una exposición de arte precolombino con otra de pintura italiana del siglo XVII? La verdad parece una temeridad.

La razón se encuentra en la proximidad de ambas exposiciones en el tiempo (fecha) y el espacio (lugar), lo que me ha permitido visitarlas el mismo día de una forma tranquila, algo realmente inusual en una urbe como Madrid.

Aunque, pensándolo mejor, en un mundo complejo como el del arte tampoco sería algo tan desacertado establecer similitudes ante expresiones tan dispares como estas. La gran diversidad de brillantes colores de las pinturas murales de los edificios y templos teotihuacanos  en su época de esplendor expresando diversos aspectos de la vida, podrían tener un cierto paralelismo con el uso de los colores en la pintura paisajista italiana del XVII.

Quedé totalmente fascinado por la Exposición "Teotihuacán, Ciudad de los Dioses" en CaixaForum. Tengo que admitir que soy un eterno enamorado de las culturas precolombinas, sobre todo las del Valle de México y las andinas peruanas. Siento debilidad por Iberoamérica.

La historia y el origen de los fundadores de Teotihuacán sigue siendo un misterio al igual que su abandono después del siglo VII d.C. Los investigadores barajan muchas hipótesis acerca de la desaparición de una ciudad que llegó a tener más de 150.000 habitantes, siendo una de las más creíbles  la sobrepoblación y el agotamiento de los recursos naturales, lo que llevaría a guerras y saqueos, quedando huellas de su destrucción  por la acción de grandes incendios.

La colección de piezas que forman la exposición son extraordinarias, provenientes de los mejores museos de Méjico. Son realmente increíbles. Es de destacar un fragmento arquitectónico en forma de  disco que representa a la muerte con un cráneo humano en el centro que se refiere a la muerte del Sol, que tiene lugar cada día al llegar el ocaso para renacer por la mañana.

Y una pieza muy sugerente en lo que a mi concierne es una paleta de pintor, que muestra los compartimentos para los colores que usaban los pintores teotihuacanos con los que decoraban las vasijas, códices y murales, para rendir homenaje a sus dioses.

También me llamaron poderosamente la atención los braseros ceremoniales de arcilla con esas tapas profusamente decoradas y escenificadas con multitud de detalles cargados de gran simbolismo. Igualmente la colección de máscaras, quizá las piezas más conocidas de la escultura teotihuacana, muchas de ellas rituales que fueron utilizadas en fiestas y ceremonias religiosas.

Hay un conjunto de figurillas antropomorfas muy interesante que representan bebés con sus madres y mujeres con tocados muy originales. Y finalizaré distinguiendo la imagen de Xalla, el cautivo de mármol de Teotihuacán, una espectacular figura masculina de simetría bilateral que pertenece al grupo de esculturas que se colocaban en el interior de los templos o se enterraban en las grandes pirámides, con rasgos muy significativos entre los que despunta la incómoda posición de los brazos, pegados a los costados.

Por lo que respecta a la exposición del Prado, un detalle que despertó mi interés es que la mayoría de los artistas de la exhibición no eran de origen romano o italiano, sino que procedían de varios países europeos y que sintieron una atracción perturbadora por la belleza de Roma y sus alrededores, creando un estilo propio que dio origen al género del paisaje en Roma.

Es una pintura donde armonía y serenidad ocupan un lugar primordial, la naturaleza es el centro de atención, enmarcando a unos personajes que a veces parecen superpuestos sobre el paisaje. 

Son de destacar las sucesivas composiciones arbóreas, impresionantes en sus múltiples tonalidades y efectos de luz, producto de diestras pinceladas cargadas de pigmento y que abarcan desde los primeros rayos matinales hasta la serena luz matizada del atardecer.

Y sin tener el más mínimo asomo de crítica hacía este género, quisiera puntualizar que en algún momento me resulta difícil encajar a los múltiples personajes dentro de los paisajes, me da una idea como si estuvieran añadidos encima de la pintura con esa explosión de colores brillantes y su detallado contorno que delatan una perfectisima expresión de cara y movimiento.

Quisiera señalar asimismo dos maravillosas pinturas de Cornelis van Poelenburg, tituladas "Vista de Campo Vaccino" y "Ruinas romanas y bajorrelieve"  donde el entorno paisajístico  y los personajes se envuelven en una atmósfera perfecta de armonía de luz y color que transmite serenidad y orden.

Me encantaron también, dos pinturas de Salvator Rosa: "Paisaje con un puente roto" y "Paisaje lacustre con ganado".

Y distinguir, como no, las obras de Claudio de Lorena, posiblemente el paisajista de más talento del siglo XVII, con esa sucesión de planos que recuerda los decorados teatrales, en los que la utilización de la luz de una forma directa y natural ocupa el centro de todas sus pinturas.

En definitiva, dos buenas muestras de la oferta cultural de la Villa que no hay que perderse. Impregnarse tanto de arqueología mesoamericana como de arte romano es una buena forma de enriquecer nuestra sensibilidad artística.



Sequía
1988


sábado, 27 de agosto de 2011

La bondad de la tolerancia

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Vivimos días convulsos saturados de referencias intransigentes y consignas inflexibles que denotan una falta profunda de toda una serie de valores que deberían estar presentes entre el conjunto de personas que poblamos este planeta. Quizá sean fruto de esta depresión asoladora que nos está arrastrando hacia lo más oscuro de nuestro ser, y que devasta hasta la más mínima gota de esperanza. Lo llaman crisis.

Aunque de vez en cuando surgen movimientos, que aunque programados y organizados hasta el extremo por las instituciones y autoridades, no dejan sin embargo de sorprendernos por su total espontaneidad y jovialidad contagiosa que hace que una ciudad como Madrid se convierta en una torre de Babel llena de colorido, buenas vibraciones y hagan de la tolerancia y el respeto su norma de conducta.

Me refiero a la llegada masiva de jóvenes de todo el orbe para participar en la JMJ. Realmente sorprende que en una sociedad agresiva como la nuestra en la que apenas  nadie se preocupa por nadie, que pasamos de largo ante las miserias de los demás, que un materialismo desgarrador ocupa el centro de nuestras vidas, llegue un grupo de jóvenes que con su sola presencia y un alto sentido de compromiso haga tambalearse estos cimientos grotescos y egoístas que ensucian nuestra realidad.

Independientemente de nuestras ideas religiosas, políticas o culturales, cada cual debe saber valorar la aportación de esta juventud que no ha venido a pedir nada, sino solo a compartir unas jornadas mundiales junto a su referente espiritual al cual respetan y apoyan, y a dar testimonio de sus creencias más profundas en un mundo falto de apoyos honestos y solidarios.

Han dado ejemplo de tolerancia, respeto, sensibilidad y entendimiento con quien no piensa como ellos. Armados de un carácter pacífico y dialogante han sabido hacer frente a posturas más sectarias de nuestra comunidad, afrontando además una semana de actos diarios multitudinarios en los que la extrema climatología  ha puesto a prueba a muchos de ellos y sin embargo han salido airosos y fortalecidos. Es increíble la simpatía, la energía y la vitalidad de la que han hecho gala durante todo el tiempo que han formado parte del pulso diario de esta ciudad de Madrid.

Siempre es necesario contar con posturas que llenen de esperanza el frágil equilibrio que a veces nos envuelve y mejore el clima de entendimiento entre todos. Por eso, gracias por esa bocanada de aire fresco que nos habéis traído.



Cesta con flores
Primavera 1998


miércoles, 17 de agosto de 2011

A la Ilustre Villa, La Fortificada

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Ante la inminente llegada de las Fiestas Patronales de la Bajada de Jesús en Almazán, me gustaría dedicar unas líneas a tan antigua tradición que hace que nuestras raíces perduren en el tiempo, tan efímero para todo lo que toca a los asuntos humanos.

Adnamantia est municipium Hispaniae in Castella et Legio.

Almazán, Villa y Corte, Corte de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, Reyes Católicos, hacedores de mundos y conquistadores de imperios, que hacían de la itinerancia  su modo de vida, llenando con su presencia los más recónditos lugares del Reino, dejando así su impronta en un camino inmortal que la memoria imperecedera de la Historia se encargará de mostrar.

Como olvidar los amoríos febriles del príncipe Juan por su princesa austriaca, paseados con denuedo bajo los artesonados de la arcada gótica del palacio de los Hurtado de Mendoza. Soñando con un proyecto de futuro brillante y glorioso en las postrimerías del siglo XV y que la mano caprichosa de la muerte  se encargó de truncar.

Almazán, la Noble, con su escudo heráldico en el que despunta  ese árbol desarraigado, para unos higuera, para otros encina, para otros manzano, que refleja los honores y privilegios recibidos por la villa en el transcurso de los años.

Almazán, la Imperecedera, testigo mudo del paso de diversas manifestaciones culturales que la enriquecieron con sus distintas interpretaciones de la vida y del mundo que les rodeaba. Desde sus primeros asentamientos en la Edad del Bronce y del Hierro, pasando por su época celtibérica y romana, hasta llegar a ser territorio de frontera entre árabes y cristianos, para finalmente conseguir sus  fueros y leyes de manos de Alfonso VI.

No quisiera extenderme en más evocaciones históricas, de seguro apasionantes, simplemente anotar para finalizar un hecho importante para la época: "Facta charta in Almaçan, fub Era. M.C.XCVI. menfe Ianuario; anno quo dominus Alfonfus famofifsimus Hifpaniarú Imperator obijt: Rege Sanctro de Nauarra exiftente vaffallo domini Regis", que indica la creación de la Orden de Caballería de Calatrava, que tuvo lugar en Almazán en el siglo XII.

En la actualidad, Almazán sigue tomándole el pulso a la vida diaria que empuja a sus naturales a no cejar en la costumbre de seguir la línea marcada por sus antecesores. Sus fiestas de la Bajada de Jesús son un fiel testimonio de ello. Aunque con el paso del tiempo el carácter místico ha cedido paso al profano, no por eso un adnamantino deja de acudir al asombroso despliege de fervor sincero durante la procesión de ese Cristo que permanece triste y solitario la mayor parte del año en su ermita.

Y durante el impresionante espectáculo de "la Traca", con la quema de los innumerables cohetes y  resto de parafernalia pirotécnica, es necesario también prender todos los sentimientos negativos acumulados durante el año, lo que  permitirá  quitar la pesada bruma que empaña nuestro devenir por este mundo de excesos e insolidaridad.

Desearía enviar un fuerte abrazo a mis sobrinos Cristina y Carlos, seguidores acérrimos de las fiestas de Almazán, que seguro se lo estarán pasando fenomenal. Animo con vuestro especial modo de preservar los valores que realmente importan. Felices Fiestas.



La Ronda. Almazán
Finalizado Julio 2011


sábado, 6 de agosto de 2011

Intentando llegar al alma... de la vida

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Según escribió Van Gogh al final de su mísera existencia, "la vida, la razón de las separaciones, de las partidas, de la persistencia de la inquietud no se pueden comprender". Y que razón tenía, que una mente atormentada por la persistente  presencia de una enfermedad que lo estaba llevando a un estado de locura febril que le conduciría a la muerte  pudiera pintar esas maravillosas obras de arte que nos ha dejado, es algo que me resulta verdaderamente conmovedor y sublime al mismo tiempo.

No se puede olvidar que Van Gogh era un ser esencialmente altruista, y que su vida era un cúmulo de tristeza y soledad en la dura escuela de la vida. Por eso, en esta mi primera entrada de mi blog me gustaría rendir tributo a este genio de la pintura y de la vida, pues no se puede entender la una sin la otra en el devenir de cualquier persona dedicada al arte.

Y si hay algo algo que cualquier artista (y aquí incluyo todas las facetas de la vida) debe anteponer para la consecución de sus logros  es llegar a la máxima expresión subjetiva de su personalidad y plasmarla en sus obras, que éstas sean un fiel reflejo de sí mismo, e intentar superar el devenir vulgar de tantas cosas que nos rodean y nos convierten en meros clones. No importa que la amargura y la tristeza nos invadan, que la alegría y la felicidad nos desborden, todo debe quedar plasmado en el arte con un sentido interior de superación.

"Morirse uno mismo..., realizar grandes cosas, llegar a la nobleza y superar la vulgaridad donde se arrastra la existencia de casi todos los individuos", así reza una sentencia de Renan. Pero no hay que confundir superación y dar lo mejor de ti  con egoísmo y soberbia, en la vida hay que dejar constancia de tu paso respetando el entorno que te rodea, dando pruebas constantes de altruismo y sincera entrega a las pasiones nobles que te pueden envolver.

Sólo siendo fieles al sentimiento interior que impregna hasta la mas pequeña célula de nuestro cuerpo podremos quizás saborear una ínfima parte de esta vida que es mas que vida, escondida detrás de un alma que se nos desvanece constantemente entre los dedos y no podemos alcanzarla. Pero, al igual que para algunos artistas, entre los que me incluyo, el color puro expresa algo por sí mismo, la vida tiene infinidad de matices que iremos adquiriendo con el paso del tiempo, enriqueciendo nuestra experiencia y dando constancia de nuestro paso por este planeta.




Otoño
Invierno 2005