Translate

sábado, 27 de junio de 2015

Dominó se ha marchado

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid


Tenía la cara más bonita y simpática del mundo. Era noble, dulce, todo bondad, lleno de vitalidad y energía, y además, era un auténtico macho dominante, con un gran instinto protector de su entorno y de los suyos. Siempre estaba pendiente de todo lo que acontecía a su alrededor, deambulando por su territorio, vigilando y marcando su propiedad sin descanso. Era libre. Y vivió toda su vida como a él le gustaba, disfrutando de esa libertad como solamente un gato sabe hacerlo.

Su hermana se fue tristemente hace ya dos años. A ella le dediqué una de mis mejores y más emotivas entradas en mi blog: "Su límpida mirada se apagó para siempre". Ahora él se ha ido. Se llamada Dominó.  Su imagen y belleza siempre estarán en mi recuerdo y en mi corazón.

Eran tres hermanos, y sus interminables juegos inundaban de luz esos caóticos y abigarrados lugares de Bautista. No voy a hablar de su vida, pues lo que digo en "Su límpida mirada se apagó para siempre" es extensible también a Dominó. Matizando que un macho siempre es más independiente que una hembra, siempre que bajaba a verlos venía corriendo, ronroneando sin parar, a darme cabezazos en mis piernas demostrándome su lealtad y afecto sinceros. Podría escribir tantas cosas bonitas sobre él... 

Se ha ido, quiza en el mejor momento, sabedor de que el lugar donde había vivido toda su vida está siendo desmantelado en aras del egoísmo y la ambición humana, raza depredadora por antonomasia que no se detiene ante nada. Su espacio, su territorio, están desapareciendo, al igual que la historia que allí ha acontecido durante los últimos 90 años. A nadie le importa, nada importa, todo pasa, muy poco deja huella, sobre todo para muchos de los que aquí quedan. Presiento que se está cerrando un circulo que se inició ya hace tiempo.

La noticia de su muerte me ha causado una profunda tristeza,  pues no le veía desde hacía varias semanas, ya que ultimamente mis visitas a Almazán se reducen exclusivamente a responsabilidades, sin tiempo para otras cosas. No he podido despedirme de él, expresarle la alegría de volver a verle y acariciarle, demostrarle mi agrademiento por haberle conocido. Pero su recuerdo vivirá en mi. Siempre mantendré vida su presencia.

No es de extrañar que cualquier día me lo encuentre a la vuelta de cualquier esquina en Almazán, pues de una cosa estoy bien seguro, Dominó transmitió sus genes a muchos descendientes durante los últimos años. Era un seductor.

Y fue libre.


Dos videos de apenas 1 minuto que les hice cuando eran cachorros:
Blanquita, Dominó y Tigrilla







Dominó


jueves, 4 de junio de 2015

Imprimiéndo carácter

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid


Abrir nuevas etapas en la evolución de todo tipo de arte siempre es un verdadero reto, y la situación que me envuelve en estos momentos ha supuesto un punto de inflexión en mi pintura. Sin dejar totalmente de lado la etapa abierta hace apenas dos años, ahora mi pintura empieza a girar por nuevos caminos, poniendo en práctica otras ideas y proyectos más acordes con mi actual estado de ánimo.

La vida de un pintor siempre está envuelta de situaciones cambiantes, que influyen decisivamente en su obra, tratando de reflejar esos momentos, esos instantes fugaces que hacen que el tiempo sin límite que pasas delante de un lienzo te produzca un estímulo valioso.

Satisfacción que se siente, al mismo tiempo, cuando tu trabajo es reconocido y valorado. Es un  auténtico placer encontrar a personas que te dicen:  " ...reconocería tu estilo de pintar árboles entre todos los cuadros del mundo...", entre otros muchos comentarios que me han hecho a raíz de terminar mi última obra "Árboles del Retiro".

Independientemente del estilo, la técnica u otras observaciones estéticas, la pintura tiene que llegar por lo que dice, por lo que puedes ver detrás al contemplar un cuadro. Con mi pintura intento trasmitir emociones, y que el que la contemple las pueda hacer suyas, y sienta que detrás de una obra hay algo más que una mera percepción artística.

Por todo ello, ando estos días perdido en mi estudio, ultimando bocetos y transmitiéndolos a mis lienzos, retomando el dibujo como eje esencial de mis composiciones, y abstrayéndome en lo posible de arbitrarias injerencias externas.