2015 ha supuesto una gran proyección internacional de mi pintura. Nueva York me ha permitido compartir mi arte al gran público, un reconocimiento y un descubrimiento de mi obra por parte de muchas personas y muchos paises.
Estar representado en Nueva York por la galería de arte Agora Gallery, junto a la exposición que allí realicé hace ahora un año, ha marcado un punto de inflexión en mi pintura. Desde entonces he recibido varias propuestas de colaboración de otras galerías de arte internacionales, estoy considerándolas, cuidando y mimando mi próximo proyecto porque deseo que al igual que Nueva York me permita crecer tanto personal como artísticamente.
La historia de mi pintura ha sido una evolución constante, de resurgimientos y de imposibilidades de plasmar en mis obras de arte todos mis anhelos, pensamientos e inquietudes. Siempre he dicho que el tiempo que se tarda en pintar un cuadro puede matar la espontaneidad del primer momento, cuando las ideas desbordan la mente de un pintor. Sin embargo, y a pesar de que en el camino se puede perder algún proyecto, esto no significa que al día siguiente otros nuevos inunden la imaginación, volviendo a empezar de nuevo.
No quisiera terminar el año sin dedicar un especial y cariñoso recuerdo a esa maravillosa y vibrante ciudad de Nueva York, sobre todo al mundo artístico que allí conocí y que me permitió conocer a un gran número de artistas de todos los rincones del mundo.
Thank you New York!