Inmerso en una maraña de lienzos nuevos, intentando resolver el tiempo que se va, buscando significados y respuestas que no llegan, vivirlo todo en un instante, aun sabiendo que no es suficiente...
Reencontrarme de nuevo, reinventarme una vez más, cada vez que retomo los pinceles y me embadurno de pintura, alimentando unas tela blancas y sintiendo una fuerza creadora que lo devora todo, y al mismo tiempo, impaciente, intentando apreciar las excesivas preguntas en sí mismas.
Poner en marcha una maquinaria a veces demoledora, desoyendo a la realidad, supone una toma real de conciencia de forma definitiva, a sabiendas que la singularidad de mis obras requieren otro tipo de concentración más afín con mi carácter y mi condición autodidacta.
Transmitir sensaciones y no sólo imágenes ha sido siempre una meta esencial en mi pintura, buscando la verdadera creatividad que surge de mi interior, aunque lamentablemente muchas veces pasa desapercibida, convirtiéndose en una mera percepción estética.
Quizá algún día encuentre respuestas.