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domingo, 7 de septiembre de 2014

Las tres encinas

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid


Dando las últimas pinceladas a este cuadro, que ya tenía empezado hace un tiempo, he conseguido recuperar el ánimo tan decaído últimamente por los avatares de la vida. Volver a retomar mis pinceles y colorear este campo de flores en plena ebullición primaveral ha sido un auténtico placer, aunque la melancolía sigue evidenciándose en esta pintura.

El título, como bien se puede apreciar, hace referencia a esas tres encinas que rompen la monotonía y el sosiego del paisaje. La encina, un árbol sagrado para las culturas mediterráneas, es un árbol sencillo y fuerte que puede alcanzar formas muy peculiares y características, proporcionando alimento y cobijo a la vida natural. El propio Zeus, dios de dioses, meditaba debajo de una encina.

Si en un principio tenía pensado un campo exclusivamente de amapolas, con el tiempo lo he ido transformando en un abigarrada mezcla de flores propias de los campos castellanos. Como casi todas mis pinturas de paisajes, me gusta reflejar la luz propia del final de la tarde, cuando todavía  no existen fuertes contrastes de luces y sombras, creando una atmósfera equilibrada.

Aunque no parezca deducirse por su aparente simplicidad, cierto simbolismo queda reflejado en su composición.  Lleva momentos impresos,  instantes fugaces perdidos en el tiempo, que guardan mucha relación con vivencias difíciles saturadas de emociones. A veces pienso que apenas tengo tiempo.

Los contrastes de rojos y amarillos, junto a los azules, malvas y blancos de las flores silvestres consiguen crear un cierto ambiente de calma y quietud, como si el tiempo se detuviese un momento y así poder disfrutar de este pequeño remanso de paz perdido en cualquier parte.

En fin, es mi última pintura, que además me ha permitido enlazar con una nueva, en la que los girasoles inundan todo el espacio pintado, siempre bajo el cielo protector de Castilla.



Las tres encinas
Óleo sobre lienzo
2014


Detalle

14 comentarios:

  1. Más naif y un poco más alegre, eso es que tu espíritu se va fortaleciendo, lo cual, junto al cuadro precioso, es motivo de satisfacción. Enhorabuena!
    Montse Fdez.

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    1. Gracias, Montse, para mi es una satisfacción contar con tus comentarios. Algo de fortalecimiento espiritual si que hay, aunque todavía no logro alejar totalmente la melancolía en mis pinturas, a pesar de los colores. Yo creo que es algo innato.

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  2. Más color en tu pintura! me gusta mucho, aunque todavía se puede ver cierta tristeza en tu composición.
    Javier

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    1. Hola, Javier, los colores a veces no saben camuflar los sentimientos.

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  3. El cielo no tiene un aspecto tan atormentado. Parece contemplar con indiferencia el rojo sangriento de la ofrenda floral. Parecen flores pero ¿lo son, Eduardo? ¿Naif? No, yo no veo nada de naif en tu cuadro. De hecho me parece un poco inquietante.
    María Isabel Alonso

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    1. Flores son, Isabel, aunque en principio sólo tenía pensado pintar amapolas, al final en estos últimos días decidí incluir otras flores silvestres para apaciguar el rojo fuerte de las amapolas. Interesante tu punto de vista al valorarlo como inquietante.

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  4. En esta vida tan estresante, el poder disfrutar de este cuadro te hace recargar las pilas. Me gustaría adentrarme en el cuadro y en mitad del campo, rodeado de las diferentes flores, tumbarme para poder disfrutar ese maravilloso cielo, donde desearía que se parase el tiempo para intentar encontrar el significado de cada nube que pasase por encima de mi cabeza.
    Gracias por traer una brisa fresca a nuestras vidas con tu obra.

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    1. Me gusta leer comentarios como el tuyo, pues siempre encuentras el lado bueno de las cosas, manteniendo una aptitud positiva y esperanzadora frente al arduo trabajo de seguir adelante. Es una opinión muy interesante, tumbarte en este campo florido y contemplar el cielo, lejos de preocupaciones y turbaciones.

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  5. Ya veo que tienes comentarios de todo tipo de tu nueva pintura, naif, inquietante, placentera, atormentada,... Eso es buena señal, sobre todo porque existen diferentes interpretaciones según quien la mire. Por mi parte te diré que dentro de ser una pintura con mucha fuerza, no se puede negar que encierra tristeza, aunque ciertos aires de cambio se ven. Me gusta mucho.
    Besos.
    Ana

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    1. Siempre hay criterios diferente ante una misma idea, cada persona es un mundo. Por eso, me gustan las diferentes opiniones que se dan sobre mis pinturas. En esta en concreto, te puedo decir que de todo hay un poco.

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  6. Con las ideas claras y un cuadro muy, muy especial. Enhorabuena.

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  7. Hola, soy Cristina, dueña de Mia. Me encanta el colorido

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    1. Gracias, Cristina, ya veo que te gustan los colores intensos.

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