Sorteando las eternas obras que siempre "decoran" la ciudad de Berlín, conseguí adentrarme en la Museuminsel, la isla de los museos berlineses. Rodeado de imponentes y elegantes arquitecturas, junto al impresionante contenido atesorado en todas ellas, este complejo museístico es tan fascinante como abrumador.
Mi meta era una bien clara, visitar el Neues Museum para encontrarme cara a cara con el busto de la Gran Esposa Real de aquel Faraón hereje que se hizo llamar Akenatón, la legendaria Reina de Egipto Nefertiti, "la bella ha llegado".
Entrar en la sala de la cúpula norte del museo y admirar el busto de esta Reina fue un momento mágico, incomparable, indescriptible, superando todas las expectativas posibles, y que ha supuesto un punto de inflexión decisivo en mi consideración del concepto de belleza en el arte. Es la obra de arte más bella que he contemplado en mi vida. Estaba frente a la belleza perfecta.
La armonía del conjunto, la simetría insuperable de su contorno, los delicados colores, los rasgos impecablemente bellos, el misterio que aureola el busto, hacen de esta obra de arte el compendio universal de la perfección y la sencillez, sobre todo tratándose de una obra del siglo XIV a C. Su autor tuvo que estar tocado por algún favor divino parar conseguir tanta belleza en un simple trozo de piedra caliza y estuco.
Preso de una intensa emoción, fui rodeando el busto acristalado constantemente, pues no quería perderme ni un solo detalle del mismo, los pliegues de sus labios, las arrugas de sus ojos, los tendones del cuello, el tono sutil de su piel,...Volví varias veces a la sala para contemplarla de nuevo, es como si no quisiera que ese momento terminara.
Tantos museos recorridos en tantos países, y fue en Berlín donde encontré la belleza perfecta.
Frente al Neues Museum
Julio 2016
Es maravilloso el elogio que haces de la belleza, y parece que tú la has encontrado.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.
Gracias por tu comentario, Javier. Sin duda, la contemplación de esta obra de arte me impactó mucho, y así lo he expresado sinceramente en este post. Tengo en mi mente las maravillosas esculturas del mundo griego y romano, las obras maestras de Miguel Ángel y Bernini, pero fue esta sencilla escultura de piedra caliza y yeso la que me emocionó de una manera muy especial que no sabría explicar.
EliminarMuy bonito Eduardo
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Paloma.
EliminarHola, soy Cristina, dueña de Mia. Muchas veces la belleza se encuentra en los lugares más cercanos e insospechados y en las pequeñas cosas de la vida.
ResponderEliminarLa verdad que si, Cristina, aunque en el arte los creadores buscan esa percepción que les lleve a plasmar la belleza perfecta desde su punto de vista.
EliminarQué bonito artículo, propio de una persona sensible como tu y que además nos enseñas a amar y conocer mejor el arte.
ResponderEliminarInma
Gracias, Inma, amar y conocer el arte es algo que cada uno lleva dentro, pero a veces no lo dejamos salir por miedo a lo desconocido o a no saber interpretarlo adecuadamente. Y el arte es precisamente interpretarlo tal como tu lo ves, como tu lo sientes,... Estar enfrente de una obra de arte la sensación que te produce es diferente para cada persona.
EliminarSiempre es un placer leerte. Con lo difícil que es expresar las sensaciones y sentimientos que nos transmite una obra de arte, la belleza.
ResponderEliminarUn abrazo. Mercedes
Gracias por tu comentario, Mercedes. La verdad que a veces es difícil expresar con palabras las sensaciones que nos provoca el contemplar una determinada obra de arte.
ResponderEliminar"La bella ha llegado"...
ResponderEliminarDescribes de tal manera lo que sientes, al ver esas maravillosas obras de arte, que transmites parte de esa emoción a los que leen tus escritos, y también el deseo de contemplarlas.
Carmen.
Tus comentarios siempre son un bálsamo para mí, y además son un impulso positivo para seguir plasmando ideas. Gracias, Carmen.
EliminarEs un placer sentir que hay personas que se pueden emocionar con lo que escribo, y como en este caso transmitirles el deseo de contemplar ese maravilloso busto que reposa tan lejos en el tiempo y en el espacio de sus tierras egipcias faraónicas. No en vano, en Berlín la llaman la "bella extranjera".
Espero puedas ir algún día y verla in situ. No te defraudará.
Menuda descripcion... la vez que fui, vi pocos museos. Repetire Berlin con lo que dices me han entrado ganas. Ya te pedire ayuda.
ResponderEliminarOnorio Iannucci
Gracias, Onorio. Seguro que no te arrepentirás de ver el Neues Museum y su bella extranjera, la reina del Nilo.
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