A lo largo de la Historia de la Humanidad, el arte ha sido una parte esencial del ser humano. La necesidad de expresarnos encontró uno de sus mayores logros en la plasmación de nuestras ideas y realidades a través de la pintura.
Y en todo este largo proceso de la historia del arte se han producido muchas rupturas temáticas y de estilo. No hay nada más fácil de verlo que adentrándonos en cualquier museo del mundo y recorrer sus salas. Un intento de interpretar sus diversos significados dependiendo de la época, el estilo y su temática se convierte en una ardua tarea, que sin embargo puede darnos grandes satisfacciones. ¿Por qué unos cuadros determinado nos conmueven más que otros? ¿Qué nos dicen y qué mensaje quieren transmitirnos? Para intentar comprenderlo no hay mejor manera de empezar que adentrándonos en el contexto histórico en el que surgió.
En el caso de la primera manifestación artística, el Arte Rupestre, penetrar en el Período Cuaternario es un auténtico desafío para los sentidos. Una visión general de esta época nos dará los primeros indicios para poder interpretar su forma original de crear imágenes en las paredes de las cavernas.
Altamira, la llamada "Capilla Sixtina del Arte Cuaternario", constituye el mayor exponente de transmisión de ideas y conceptos a través de la pintura de nuestros antepasados de hace más de 15.000 años. En pleno periodo Magdaleniense, un grupo humano de cazadores y recolectores plasmó en las paredes de una cueva de Cantabria lo que para ellos significaba su forma de comprender y explicar el mundo que les rodeaba, pinturas cargadas de simbolismo, abstracción y religiosidad, y que constituyen una de las primeras formas de comunicación a través del arte.
La magnifica policromía, la sensación de movimiento, así como el volumen y el gran realismo de sus formas, constituyen las características principales de estas pinturas, representando bisontes, caballos, ciervos y misteriosos signos. Aprovechando las grietas y los abultamientos naturales de la roca consiguieron crear una sensación de gran realidad. Su expresividad es abrumadora. Las técnicas artística de dibujo, pintura y grabado ya estaban presentes en Altamira.
Los pigmentos utilizados fueron solamente dos, el negro de carbón y el óxido de hierro rojo o pardo, aplicados directamente o mezclados con agua, que junto con el color de la roca dan la sensación de policromía, dejándonos testimonio fiel de la habilidad de estos hacedores de arte.
Pero el tema que me ocupa ahora es el significado de estas composiciones magistrales. Lo primero que me llama la atención es cómo era posible pintar en las condiciones que lo hicieron, en la profundidad de una cueva donde reinaba la más absoluta oscuridad, y con una altura de techo de alrededor de un metro y medio, con lo que había que ponerse en una postura muy incómoda para pintar. Posiblemente utilizaron lamparas de tuétano para iluminar la estancia con el fin de no oscurecer las paredes con el humo.
Esta claro que estos creadores del Paleolítico estaban inspirados en su entorno natural más inmediato. Los animales representados quizá fueran parte principal de su alimentación, y en esas sociedades la caza siempre tenía un significado mágico con rituales previos para propiciarla. Podríamos encontrarnos ante un santuario religioso, con un poder simbólico muy fuerte. En la cueva los bisontes son los animales más representados. Si a ello unimos que este animal simbolizaba el vigor masculino de la tierra y la fuerza vital, comer su carne significaría obtener su fuerza y poder.
Podía tratarse, pues, de una cueva de iniciación de determinadas ceremonias rituales enfocadas a la caza, o incluso a ritos de fertilidad. La pintura de la Gran Cierva parece indicar también que estaba preñada. De todas formas, estas pinturas han dado lugar a diferentes interpretaciones. La más clásica es la del arte por el arte, es decir, que estas pinturas se realizaban simplemente por gusto, en momentos de ocio, sin más complicaciones. La más actual sería que ese arte formaría parte de rituales que implican la entrada en estados de alteración de conciencia, a través de la ingesta de alucinógenos, y las pinturas podrían estar relacionadas con las visiones que se tenían.
No estamos ante una mera percepción visual de un determinada tipo de pintura, sino frente a algo relacionado ya con la filosofía del arte y la estética, intentando buscar las claves para su posible interpretación por medio de mensajes o signos.
No estamos ante una mera percepción visual de un determinada tipo de pintura, sino frente a algo relacionado ya con la filosofía del arte y la estética, intentando buscar las claves para su posible interpretación por medio de mensajes o signos.
Un artículo muy interesante. Ya lo dijo Picasso: " Después de Altamira, todo parece decadente".
ResponderEliminarSaludos
Sí, Picasso se quedó impresionado al visitar la cueva y ver el gran realismo de estas pinturas de Altamira, realizadas por un autor del Paleolítico!
EliminarHola soy Cristina, fantásticas fotos y artículo. Dicen que quieren volver a abrir Altamira, pero con muchas restricciones. Es fundamental para proteger esta joya de la humanidad.
ResponderEliminarHola Cristina, conservar este tesoro de la Humanidad en las mejores condiciones es condición indispensable. Por eso la cueva lleva cerrada al público muchos años. Ahora quieren reabrirla parcialmente con unos pocos visitantes del museo elegidos de forma aleatoria para evaluar el impacto de la presencia humana en las pinturas. Sería un auténtico privilegio poder contemplarlas in situ.
EliminarCuántas veces me he plantado delante de un cuadro que me gustaba, y he intentado ver más allá de lo que se ve a simple vista, de lo que el pintor quiere hacernos llegar a través de determinados símbolos. Todo un mundo la interpretación de la pintura. Has dado en el clavo con este artículo. Es muy interesante, además empezar por el Arte Rupestre es un acierto.
ResponderEliminarEspero poder leer más escritos tuyos sobre la interpretación y el significado de las obras de arte.
Javier
Hola Javier, muchas gracias por tu comentario. La verdad que intentar averiguar las razones por las que un autor pinta un determinado cuadro, tratando de interpretar su contenido se puede convertir en un auténtico placer.
Eliminar