Un largo camino recorrido

Eduardo Beltrán y García de Leániz / Madrid

Nada hay banal o superfluo en esta obra, la simpleza de este paisaje imaginario cargado de simbolismo evoca un tiempo vivido con intensidad e inquietud.

Es un sucesión de 4 obras unidas, basada en una composición horizontal. Una marcada línea del horizonte divide esta composición en dos partes iguales, una correspondiente al cielo y la otra ocupada por la tierra. Horizontalidad que se rompe tímidamente en el primer cuadro por la verticalidad de un cactus saguaro, y en el segundo que se rompe abruptamente por la irrupción tortuosa de un árbol seco.

Un cielo plano, sin nubes, contrasta con las líneas ondulantes, sinuosas de la parte inferior de la obra. Líneas onduladas que se van marcando y oscureciendo cada vez más según van llegando hasta al final de la serie, el cuadro cuarto, junto al camino que las acompaña.

En cuanto al color, he querido contrastar los colores azules fríos del cielo contrapuestos a la calidez y pureza de los amarillos y ocres de la parte inferior.

Pinceladas cortas de líneas rectas y líneas curvas definen mi última obra, este cuatriptico, que representa una síntesis entre lo real y un mundo imaginario, plenamente representativo de los últimos tiempos.

Dando ya los últimos retoques y montando la composición