Se está exhibiendo estos días en Madrid una interesante exposición en la Fundación Juan March, que ofrece una selecta muestra de formato reducido de diez obras del magnífico pintor y grabador veneciano Giovanni Domenico Tiepolo. Me refiero a la exposición "Giandomenico Tiepolo (1727-1804). Diez retratos de fantasía".
Giandomenico fue hijo del genial Giambattista Tiepolo, y hermano del también pintor Lorenzo Tiepolo, los cuales formaban un gran saga de pintores venecianos en el siglo XVIII. Mientras que Giambattista es considerado como el último gran representante del barroco italiano, Giandomenico fue un pintor del rococó, aunque al final de su vida se observa una tímida transición a las nuevas tendencias neoclásicas.
Las diez obras que podemos contemplar en esta muestra, todas ellas de un mismo tamaño (50 x 60), parecen formar parte de una misma serie, y representan los retratos de medio cuerpo de dos hombres y ocho mujeres, todos ellos recreados en un estilo propio de representar ciertos atributos o cualidades, más que de retratos propiamente dichos de personas concretas.
Es de señalar que la época de ejecución de estas pinturas correspondería a la estancia del pintor en la corte española de Carlos III, a la cual se trasladó junto a su padre y hermano, para llevar a cabo los impresionantes trabajos de decoración de los techos de los salones del Palacio Real de Madrid. En este sentido, destacar el monumental fresco de la bóveda del Salón del Trono que representa "La grandeza y el poder de la Monarquía Española". Giandomenico estuvo en España de 1762 hasta 1770, fecha del fallecimiento de su padre, tras lo cual regresó a Venecia.
A pesar de ser una exposición reducida, lo inédito de ella consiste precisamente en el hecho de ser la primera vez que se muestran al público estas pinturas, siendo obras poco conocidas procedentes de una colección privada. Destacar que los dos personajes masculinos de la muestra nos ofrecen una imagen de sabiduría y madurez, con cierto aire oriental, propia de hombres prudentes y doctos, mientras que los ocho personajes femeninos nos deleitan con una inocente y sensual dulzura tratando de simbolizar el ideal de la belleza femenina. Es un tipo de pintura que hace recordar en cierta manera al estilo retratístico de Rembrandt. Es una excelente ocasión para contemplar estos enigmáticos trabajos de un pintor que hizo de la imagen su auténtica pasión.
Conozco la obra de Giandomenico del Palacio Real pero no su faceta de retratista, por lo que hubiese sido una gran oportunidad el haber asistido a la exposición de la Fundación Juan March. Por la descripción que realizas en tu entrada debió de ser francamente interesante el acudir.
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